Un asunto delicado.

Los castro-comunistas de Diáz Canel y comparsa, han publicado orgullosos una noticia: están vendiendo su nueva constitución como papa caliente; lo que según ellos, demuestra el interés de la población cubana por su proyecto. Ya van por más de 1 millón de ejemplares vendidos; ha dicho un representante de correos, que es el material más demandado en los últimos tiempos.

He visto fotos del articulo castrista; al parecer está impreso en el mismo formato que un periódico de los que circulan normalmente, solo que con menos tinta. Yo no sé si mis paisanos en Cuba estarán interesados en ello, sabiendo que la reforma de Diáz Canel es una engañifa; recuerdo que los de mi generación, nos tomábamos un poco más de tiempo para el debate o la confrontación política. Hoy, con los milenians en escena, no estoy seguro de que la cosa siga igual; así que dudo sobre lo publicado, en relación a las motivaciones de los cubanos o a ese repentino interés por el mamotreto.

En mi búsqueda de las explicaciones he tropezado con el “pregonero del papel sanitario”; un cubano avispao que vende a cincuenta pesos “pa que se limpie el fondillo” su género. Son 4 rollos los que trae el cantor del sanitario, parte de los 73 millones de rollos que producirán este año en Cuba, y claro hay que hacer cuentas.

La producción habrá que dividirla según el consumo del producto, que varía en función si el culo es nacional o extranjero. Porque hay diferencias; recuerdo a mi suegro explicando como él iba doblando el trocito de papel en la medida que iba pasándoselo por el ojete, hasta explotar su potencialidad al 100 %; toda una eficiencia en términos de utilización, aunque a veces el dedo le oliese un poco.

Un cubano, puede que gaste un rollo por persona por mes; esto es el resultado de varios factores, desde la poca consistencia grasosa del material a evacuar, y la poca sustancia por la falta de carne en la dieta; lo que da la posibilidad de con un par de pases, pueda acabarse con el material perianal. Ahora bien un extranjero es otra cosa; debido a su concepción del gasto, un extranjero gastará el rollo en una semana; ademas, la consistencia más aceitosa y lograda del producto a excretar, hace que tenga que darse varias pasadas, y hasta una ducha luego. Así que en este caso, los 3 millones de turistas nos hacen verdaderamente “un hueco”.

Coge la calculadora, 11 millones x 12 meses x 3 millones x 1 es igual a... 396 millones de rollos de papel que serían necesarios para limpiar los culos cubanos y foráneos durante todo un año.

Ahora entiendo todo. Ahora recuerdo mis días del Granma y del Adelante, el periódico del PCC y el de mi Camagüey querido que tanta irritación causó a esa parte noble de mí, cuando tenia que estrujárselo para remover los restos del desembarco. Confieso que en mi caso, el acto de limpiarme el culo con el Granma, era más que una pura necesidad, era también mi forma de protestar, y de plasmar en muchas ocasiones, la mierda en las frecuentes imágenes del coma-andante.

De ahí, que entienda la compra “masiva” del proyecto constitucional castrista; no por simpatía, sino por pura lógica de un país donde al faltar lo esencial, como el caso que nos ocupa; los cubanos tengan que decidir, entre comprarse la constitución o quedarse con el culo sucio.

Y es que en el castro-comunismo amigos, la mierda es de esas pocas cosas que puedes encontrarte en cualquier parte, de ahí la demanda tan alta, y los problemas de Diáz Canel.

Y guambán.






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