Socialismo bueno.


Tengo un primo en Miami que cuando necesitaba un poco de liquidez, llamaba a uno de sus hermanos que por estar en mejor posición económica podía echarle un capote; y comenzaba a modo de esclarecer el motivo de la llamada diciendo: “señor del banco bueno….”. Y el otro ya sabía por dónde venían los tiros, y es que el préstamo estaba ausente de interés.

Viene esta historia a colación por ver a muchos cubanos de dentro o fuera con sus proyectos para terminar con la dictadura. Y son muchos los que equivocadamente, y sin que no hagan a propósito, buscan un fin errando el camino para ello; pero que le vamos a hacer si cuando naces y mamas de la “escuela castrista” es difícil que escapes a su influjo, incluso aunque logres exiliarte. Y si no, mira a las mulas y a los miles de “exiliados” que hacen turismo en Cuba.

De los de adentro que decir, entiendo que la falta de mundo, y la infestación hagan lo suyo; de los de afuera no, esos no tienen justificación o lo que es más, son copartícipes de la prolongación de la agonía del cubano. Estos se creen que los que nos hemos privado de seguirlos en su danza vergonzante, no somos paisanos suyos o no sufrimos el estar exiliados.

Tenemos proyectos de todo tipo. Los que disienten a la vez que venden camisetas con tienda y todo en La Habana, como si la causa de la libertad fuese una operación de marketing que pudiese lograrse convenciendo a los turistas que por allí pasean; otros van queriendo que los cubanos decidan, mientras esperan que su operación igualmente comercial apoyada por políticos de fuera, logre que el castrismo renuncie a reprimir a los cubanos que nada decidirán, sobre todo porque desconocen en su gran mayoría cómo llevarlo a cabo.

Están los que están creando plataformas para llevar una economía paralela al empresario de dentro; imagino que los cubanos cuenta propistas que están día sí y otro también cabreados con un sistema que les coarta cualquier posibilidad de capitalizar, y que los desatiende en sus demandas, estarán ahora más contentos con esta posibilidad de ayuda exterior; y estarán planteándose estar tranquilos de cara a la castromafia, y a sus inconformidades. Toda una estrategia.

Están los que hasta ayer militaron a las órdenes del sistema allende los mares, y que vedada su entrada en Cuba por desertar –según sus jefes-, crean plataformas de opinión para lograr que los dejen entrar a ver a sus familias. Como si los diez años que pasé sin ver a mi madre, fueron porque soy un cubano peor que ellos; que sí se merecen lo que yo no, por el simple hecho de que ellos sirvieron al sistema, y yo no.

Todos estos, y muchos más proyectos que salen cada día no son más que el resultado de dos causales. El primero la infestación de castristas en los grupos opositores; y por otro lado, que la mayoría de todas estas buenas gentes ignorantes de hasta quienes son ellos mismos, no quieren más que…, un socialismo bueno.

El socialismo, ese que Europa enterró para dar lugar a la social-democracia,- tradúzcase en capitalismo bueno-, no es más que comunismo en su primer estadío. Una especie de hidra a la que no le han salido todavía todas las cabezas y sabedora de su inmadurez, se hace la mosquita muerta mientras coge fuelle para salir a acabar con todo lo que no sea afín a su ideología destructiva; pero si la molestas, se revuelve como pasa en Venezuela o Nicaragua donde sin haber conseguido la destrucción total de las estructuras participativas que le permitan terminar su evolución, no por ello deja de reprimir y matar a quienes se le resisten.

No existe socialismo bueno. El socialismo y la ideología que lo sustenta es una aberración en términos socio-políticos, y se hace imprescindible hoy, cuando atacada desde quienes le han descubierto su lado más vulnerable se precisa terminarlo. De raíz deben ser removidos, si queremos una Cuba nueva y libre de un sistema, que nos ha desgobernado durante decenios, y que ha arruinado moral y económicamente a la sociedad cubana lográndolo hasta tal punto, que hoy muchos de los que la combaten no saben ni porqué, ni cómo, ni para qué llevarlo a cabo si en ello va implícito el matar a su madre putativa.

Basta de estupideces, de plataformas, proyectos y teorías de iluminatis que no saben ni responderse quienes son, ni para qué han venido a este mundo opositor,- exceptúo aquí a los que están en el ajo de las subvenciones- ; métanselo en la cabeza, porque más allá de engañarse a vosotros mismos, y a los cuatro gatos que os apoyan no vais a lograr más que vuestros particulares, y obscenos apetitos de relevancia.

Cuba será libre y prospera, el día que todos los cubanos de dentro y fuera que tienen grabadas en sus esencias, las aspiraciones de libertad y de derechos civiles, que reconocen que el castrismo es la único obstáculo a ello se pongan en marcha; y estando determinados a resistirse desde la unidad de las demandas  enarboladas sin ambages, y sin protagonismos, le muestren al pueblo cubano que si hay camino, y a la comunidad internacional, que queda vergüenza en Cuba.

Pero para eso, y con el único objetivo de que se entienda repasemos la clase que es de primero de opositar: no hay socialismo bueno.

Y guambán.



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