Cogiendo aire.

Pedro Sánchez está pensándose ir a Cuba. Genial, lo que le faltaba al inquilino de La Moncloa era esto para al pastel de su proyecto comunistoide, ponerle la guinda; imagino que si no ha elegido Corea del Norte - que era la otra opción-, será porque no habla coreano, y porque en cuestión de vuelos se ahorra unas doce horas.

Es nuestro presidente políticamente hablando, un plagio en sí mismo. Llegó a la presidencia por la puerta de atrás como no lo había hecho nunca nadie; y aunque hemos de reconocer que es legal su llegada, también debemos aceptar que para conseguirlo ha hecho de todo. Lo posible y lo imposible porque si un día lo echaron del partido, luego regresó para hacer lo mismo por lo que lo habían echado. Tendremos que convenir que no será de muchas luces en eso de hacer tesis, pero en cuestiones de urdir maquiavélicos contubernios, hay que darle ese Cum Laude.

Nunca pensé que después del paso de ZP por la casa de gobierno, iba a llegar alguien más tóxico a presidirnos a todos; aquel, el de la ceja había sido en mi opinión, el político más lerdo y desastroso al que muchos españoles que compraron sus propiedades entre el 2008 y 2009 a precios de burbuja hiperinflada, y que luego han visto vecinos mudarse a su lado a 1/3 de lo que ellos pagaron deben agradecerle en parte a este inepto que se creía en la Champions ligue en medio de una desaceleración acelerada, junto a las "miembras y miembros" de su desastroso gobierno.

Pero aquél está lejos, acabando en Venezuela donde lo imagino discutiendo con Maduro como "apaciguar estéticamente" a la oposición, para que lo acepten en Europa; mientras entre filete y filete, le dice de su afición por contar nubes. Ahora el Sánchez quiere ir a Cuba, a la raíz del comunismo en Latinoamérica. Imagino que a coger aire, porque a él los aires de democracia no le sientan bien.

Le incomoda la España que no quiere aceptar por bueno el golpe de estado que dieron los catalanes; le incomoda el Senado que le corta sus alas de candidato a César; le asfixian los medios que sacan su mediocre y plagiada tesis doctoral; le corta el rollo un parlamento en minoría; y no resiste que le recuerden día sí y otro también, que él había dicho que convocaría elecciones a la primera. Y es que los españoles tienen que entender, lo rico que sienta tener en el jardín de tu casa un jet y un helicóptero a tu disposición.

Y ahora se quiere ir a Cuba; allí sí que va a respirar a todo pulmón. Entre el dolor de las familias por sus maridos e hijos presos y reprimidos por la castromafia, que los mantiene a raya para tener la “unanimidad" en la asamblea nacional que Sánchez tanto envidia; entre los hoteleros que pagan sueldos miserables a sus trabajadores, mientras el desgobierno se queda con el esfuerzo de su trabajo sin que los sindicatos digan nada; entre los jóvenes que prostituyéndose por unas pesetas, por la mediocridad de un sistema que los mantiene arruinados y sin horizontes; en un país sometido por hambre, y donde los medios solo publican los extraordinarios resultados de cosechas y producciones virtuales, que nadie desmiente ni encuentra luego. Ahí sí que Sánchez va a sentirse como pez en el agua.

Espero con ansias las elecciones, que este digno hijo de Fouché, cree que porque las convoque más tarde, va a hacer que al menos media España olvide quién y qué ha sido para todos, y para el interés general. La otra mitad, si no pueden votar opciones de centro derecha, mejor se queden en casa o voten en las elecciones de Portugal.

 Porque nuestro presidente no es que sea comunista, un plagio o una mascarada; es que si Sánchez revalida en Moncloa, va a cargarse Europa.

Y guambán.