Se acaba el Mundo!


Nada más escribir el título y me ha venido a la memoria el dicharachero cubano que anunciaba a viva voz la noticia mientras intentaba colocar todos sus ejemplares de periódicos; la gente al recriminarle por la falsedad de su noticia anunciada se encontraba con sus manos vacías a modo de defensa: era el periódico “El Mundo”. Y es que se le habían terminado.

Hay una lógica tan aplastante como cierta, todo lo que comienza termina. Así pasará eventualmente con la humanidad, el planeta, la galaxia y todo lo demás mientras irán formándose nuevos mundos, galaxias y civilizaciones vaya usted a saber dónde. Y aunque no puedo demostrarlo, la lógica me inclina a pensar eso.

Ya sé que falta tiempo para ello. Lo que sucede es que he descubierto que la humanidad en su carrera evolutiva… ha llegado a su final.

Porque me he enterado que ya tenemos generación Z, esa es la que precede hoy a los milenians que fue aquella que al abrir los ojos hace poco menos de veinte años se encontró con el cambio de siglo.
Pero claro, vuelvo a Aristóteles que es volver a quien nos regaló la lógica, enseñándonos el secreto del proceso de eso que llamamos pensar. Me doy cuenta que si ya llegó la generación Z es que el mundo se acaba inexorablemente; al fin y al cabo al abecedario ya no le quedan más letras.

Que decepción, pena y temor de que me toque asistir en primera fila al fin del mundo. Hoy cuando muchos escogen la cremación por diferentes motivos, a mí eso de que me achicharren no me va, preferiría la lenta pudrición de mis gusanos ocultos en mis tripas que en su día, tendrán la oportunidad de desquitarse de tanta comida basura y tanta flatulencia que les he obligado a procesar; total, prefiero el impase de ser procesado por gusanos si luego puedo vivir a través del césped del cementerio aunque me poden de vez en cuando, total ya me rapo cada semana.

Un momento, he visto una luz de esperanza. Sí, caigo en la cuenta que en Cuba, la que los castro secuestraron hace poco más de medio siglo sigue en la década prodigiosa así que gracias al desgobierno y las miserias en que estos zarrapastrosos han estancado a mi patria voy probablemente a tener margen para no asistir al espectáculo dantesco del día del juicio final.

Y es que para que los cubanos nos pongamos al día en esto de las letras generacionales nos queda un huevo y parte del otro; porque gracias a los castros y Díaz Canel, la generación Z en Cuba está… al cantío de un gallo.

Y guambán.




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