A las barricadas!.
Si se tiran quedan. De niño siempre me llamó la atención este
cartel en manos de un camarada revolucionario, que lo portaba mientras gritaba
cosas para mí inteligibles en aquellos años; había una razón, a pesar de mi
bisoñez entendía cuando Castro decía que EEUU era la primera potencia
imperialista del mundo, eso nunca lo ocultó; era por esa razón, que yo nunca entendí
aquel dichoso cartelito. Si se tiraban, no quedaban, nos desaparecían pensaba
yo.
Hoy, a raíz del desembarco del nuevo inquilino de la Casa
Blanca, el castrismo anuncia maniobras militares, normal, es típico de los
comunistas vociferar antes de tiempo, son como esos chuchos pequeños, chillones
e impertinentes que desde detrás de una reja te ladran mientras el dueño lo
intenta disimular con un cartel que dice “cuidado hay perro” cuando lo que
realmente debería decir es “cuidado con pisar al perro…por favor”.
Hoy, unas maniobras militares en la Cuba ruinosa de los
Castro, a quien único amedrentan es a los soldados que las van a ejecutar, el
penoso estado del material militar y lo obsoleto del mismo, hacen que sea un
peligro no precisamente apuntar, sino apretar el gatillo. El otrora flamante ejército
de Castro, útil solo para derramar sangre cubana en el extranjero en guerras inútiles,
y amedrentar al desarmado pueblo cubano, no fulgura; claro, ya no es mantenido por nadie, ahora
para sustentarse, tiene negocios con empresas
diseminadas por medio mundo pero utilizan las ganancias no precisamente en el
mantenimiento de la técnica.
El Castrismo, con una población miserable que exhibe uno de
los peores datos de PIB en la región, tiene la desfachatez entre otras cosas, de
tener un gasto militar con relación al porcentaje del PIB de 6.5. Para que nos
hagamos una idea; Japón, con China
frente a sus costas, y a pesar de contenciosos por territorios tiene un gasto
del 1% del PIB; Israel, una potencia
primer mundista rodeado de enemigos que quieren su literal desaparición gasta
el 5.4%; y la guinda del pastel, EEUU
su enemigo, gasta el 3.3%. Aquí hay que
tener en cuenta que todo este despropósito se sustenta en el enemigo que Castro
quiso crearse nada más llegar al poder, traicionando su programa de movimiento
nacionalista popular, y sacarse de la manga, un comunismo que incluía, pactar
con el enemigo jurado de su anterior socio, por demás, su vecino a 180 kilómetros.
El cubano verá marchas marciales de tanques, cañones, y fusiles
AK, que aún desvencijados y sin balas amedrentan igual; ese es el único y
verdadero propósito útil de estas maniobras, porque eso es lo que significa el
castrismo en términos prácticos: la imposición por la fuerza y el miedo, de la visión
de un esquizofrénico sobre el mundo y las libertades de los hombres.
Solo esperamos que un día, el cubano de a pie entienda que
el miedo que hoy siente hacia su verdugo, realmente es patrimonio de ellos; es
lo único que lo separa de su libertad, de una vida decorosa, porque no pueden
matarlos a todos, ni encerrarlos a todos; ahí está la historia de Polonia,
Checoslovaquia, Rumanía…
Una última cosa, solo espero que no se desarme un cañón en
medio de la marcha, sería demasiado humillante, a pesar de todo.
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