Nos salvamos, Marte tiene agua!

Se ha hecho por parte de la comunidad científica un hallazgo sorprendente, y largamente esperado. La confirmación de que en Marte hay agua; que alegría me ha dado el saber que por fin, la colonización del planeta rojo es un hecho factible, o al menos, es lo que quiero creer.

Y por qué estará este tío tan interesado en el agua de Marte?, dirán algunos de mis escasos pero fieles lectores. Ah, porque yo tengo un plan de salvación a escala global; algo así como el arca de Noé, solo que pretendo ser más selectivo que el antiguo patriarca, a la hora de escoger mi "ganao".

Sé que a algunos le sonará "El libro negro del comunismo", aunque he escuchado de algún que otro cubano, de esos que están anestesiados decir que eso es un mito, les digo que no. Personalmente lo leí nada más llegar a EEUU, era una deuda pendiente con el abuelo exiliado que no conocí.

Es un libro donde se quiso dejar por escrito medio en términos históricos, medio en términos contables, el daño del comunismo a la humanidad. Creo honestamente que los investigadores del centre national de la recherche scientifique se quedaron cortos en lo de los cien millones de muertos; honestamente, los que vivimos en sistemas comunistas totalitarios de corte estaliniano, sabemos que no solo es que te maten, es que sabes que estás muerto cada día de tu vida; porque la vida sin derechos ni libertades no es vida. De ahí, que la cifra de muertos oficiales, más los "muertos vivientes", tranquilamente pudiera rondar solo con la China de Mao unos mil millones.

Y no tiene remedio la idea comunista. Aún cuando en pueblos dominados por un miedo enquistado generacionalmente, como el caso Cuba; o con el engaño de la población que desfavorecida en términos educativos, y de pobreza enquistada, compra esta milonga, como el caso de latinoamérica, pueda entenderse la relativa aceptación; lo curioso es que, en el llamado primer mundo, también la camiseta con foto del asesino de Rosario vende, y bien. Creo honestamente, que así como la humanidad pudo hacer catarsis del fascismo, y pasar página de las atrocidades de Alemania; los que hemos sufrido, y sufren todavía la ponzoña comunista, estamos esperando nuestro Nuremberg.

Pero no llega. Y lo que es peor, vemos todavía que sociedades como la española, compra la monserga; los jóvenes españoles, frente a una cultura de esfuerzo, y méritos, prefieren la del botellón, y el escrache de Pedro y Pablo. No son los únicos, el virus está regado entre los muchísimos europeos, que defienden el socialismo, y el comunismo, sin saber que es un arroz con "tuvo".

Así que amigos, ante la imposibilidad de que podamos pasar página en términos de humanidad, con relación a la ideología comunista, es que estoy tan contento con el descubrimiento del agua en Marte. Siempre soñé con la posibilidad de una resolución por parte de la ONU, donde el por tanto fuese un regalo de todos; una isla del pacífico para ellos solos; y allí, todo rojos, y apelotonados, se dieran por culo con su carnet escarlata. Pero no es posible, no es políticamente correcto el saber que a unas millas, estaríamos nosotros escuchando sus ayes, y sabiendo que probablemente, se estarían matando unos a otros, que es lo que mejor se les da. Y tendríamos cargo de conciencia.

Así que ahora sí; ahora si que podemos aliviar la carga que sostenemos, desde que el alucinado de Marx cagó su teoría fatídica. Ahora, podemos embarcarlos a todos, da igual si militan en el partido demócrata americano; en el PCC, los cuatreros del FMLN o los bolivarianos de Maduro; no solo eso, montemos también a los de Pedro y Pablo, y hasta Jan pichín, el chino. Un arca de Noé bien grande e interplanetaria, que de abrigo a todos los camaradas de la internacional comunista, con unas cuantas semillas, algunos martillos y hoces; agua para el camino. Ah, se me olvidaba; y con el combustible justo para la ida.

Y allá en Marte, todos apelotonados, y enrojecidos, pueden dedicarse a matarse entre ellos por ver quien va a ser clase proletaria, y quien proletario a secas; incluso, pueden ponerse todos juntos a cantar la internacional si quieren, porque estoy seguro, que no los escucharemos.

Y entonces, habremos pasado página; y seremos mejores, más humanos.