Fidelismo, Raulismo…, Canelismo?
Hay días de esos en que te invade un sentimiento de
frustración, de no saber cómo hacer para que los cubanos entiendan que el
castrocomunismo sobrevive gracias a ellos; a su falta de claridad, de lo que
realmente significa ese sistema que los desgobierna, y de la absoluta e impostergable necesidad de exterminarlo. Pero de momento resiste, gracias en parte, a la complicidad -a sabiendas o no-, de ellos, sí; pero también, con la de otros muchos actores, los primeros: los medios.
Hay muchos intereses empujando desde el norte, para que la administración
norteamericana “flexibilice” su política; esto es porque al empresario americano, le produce ansiedad
ver a los europeos en avanzadilla, ir tomando posiciones en la isla. Al capital, sea cual sea su nomenclatura, nunca le han importado los derechos ni las libertades de nadie. Y
si no, revisen los escándalos publicados, de muchísimas compañías que
rentabilizan sus dineros en los llamados "países emergentes", donde no hacen ascos, ni aunque exploten a niños o adolescentes, condenándoles a nunca emerger con tal
de lucrar. ¿Cómo va alguien a pensar que van a dejar de presionar… y confundir, para vender lo que no es tal en el caso de Cuba?
He visto en un informativo de la CNN, una mini entrevista a
Yoani Sanchez donde publican que el fidelismo está enterrado hace tiempo. Ella,
dice textualmente: “ahora lo que hay es
un raulismo que se marcó con las reformas económicas, flexibilizaciones que sin
lugar a dudas incidieron en la vida del cubano como la posibilidad de compra y
venta de casas, la posibilidad de viajar, la posibilidad de comprar automóviles….”
Según esta señorita, lo que desgobierna hoy Cuba,… “puede llamarse un castrismo tardío”; no cree ella que pueda llevar
el nombre del actual presidente, porque… “él
no ha todavía marcado con su sino, con su sello personal nada”.
Cuanto dolor me produce, ver como personas que pudieran
debido a su más o menos influencia en determinadas esferas de la vida del
cubano, y con posibilidad de llegar a los medios, -donde pudieran ser efectivos en la lucha por
sacarnos de encima las sanguijuelas castristas-, desaprovechen las oportunidades
con tanta paparruchada, con tanta opinión vacua,- quiero pensar no interesada o
condicionada-, sobre el tema de Cuba. Ellos con estos mensajes indefinidos, son parte de
esas piedras que no permiten se avance en el camino de la libertad.
Imagino que esta periodista, hija de un sistema que desde que alumbró al mundo, la esperaba para adoctrinarla e influirla en su concepción del mundo, y sus gentes, la sigue influyendo de alguna manera; solo así puede decirse tanta palabra insulsa e indeterminada sobre lo que está pasando en Cuba realmente bajo el mantra de la renovación; pero claro, no ha medido que su opinión luego será utilizada convenientemente para certificar la imagen
renovadora que el castrismo está intentando vender, con ayuda de muchos; incluidos personajes como este, y otros tantos..., como la CNN.
¿Qué posibilidades tiene el cubano de viajar? Porque
viajen fuera, los cuatro camellos que mantienen desde Miami una economía subterránea
de cambalache o los profesionales salgan fuera para ser esclavizados; ¿es ese
su concepto de viajar? ¿Cómo van a viajar los millones que cobran una miseria, y que no les alcanza para llegar a fin de mes en una economía que sigue regulándolo todo de
cara a los cubanos dentro?; ¿es que lo opositores retenidos en aeropuertos no son
cubanos?; ah, a esos, como a los otros, no les llega esa “posibilidad”; los
castristas no se la han asignado en la libreta.
La otra, la de comprar y vender; ¿Qué cosas, coches, casas? Es
cierto, poder pueden; pero que no se les vaya a ocurrir capitalizar, que
entonces el chivato de turno hace la llamada, y puede que venga el autobús; aquel
que traía dentro a policía, fiscal e inspector, y te lo decomisaban todo por “maceta”,
en menos de lo que un mono se rasca un ojo.
Y lo más cacofónico de toda la entrevista; un castrismo
tardío porque el otro todavía no ha podido poner su sino…; querría decir su
pezuña.
Parece que los cubanos según el criterio de esta señorita, debemos ir
de ismo en ismo por los siglos de los siglos; imagino que ella habrá encontrado
su espacio de confort en medio del caos que desgobierna Cuba, y se le han pasado sin querer los millones que sufren dentro, o los millones que ansiamos regresar desde
fuera. No veo otra razón, para tamaña limitación del concepto de pueblo, en una
persona de pensamiento libre.
El cubano lleva tanto tiempo asfixiado, hambriento,
desilusionado, y sin control sobre su destino; que hoy, el poder comprar legalmente lo
que lleva comprando, y vendiendo desde siempre en el mercado negro, como puede ser
una casa o un coche, les nubla a tal punto la conciencia, que no son capaces de
ver la inutilidad de las cosas materiales, frente a los derechos y las libertades que les
faltan; que son la base de la felicidad, y la prosperidad verdadera. Lo demás,
esto que intentarán vendernos de cualquier manera, es pura cosmética, o como
dicen en mi barrio, mierda; lo diga chicho, el negro de la esquina o lo diga Yoani Sanchez.
De ahí la necesidad imperiosa, de que quien en su condición
de cubano que quiera una Cuba libre y prospera, acceda a un micrófono o un megáfono, se deje
de hablar tonterías…, hasta nuevo aviso.
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