A sectorizar las RRSS!
Uno de los éxitos del sistema comunista de corte estaliniano
que implaron los castro en Cuba sería la sectorización de la sociedad hasta en
sus expresiones más nimias. Así, todos bajo diferentes siglas pero siempre con
los equipos de dirección afiliados al PCC, y con el correspondiente “compañero
de la DSE” asignado al grupo, lograban controlar a las buenas o a las malas al
grupo ya que el cribaje se establecía desde el momento en que un “elemento” del
grupo, daba signos de incomodidad a los lineamientos establecidos.
Así han controlado, y controlan hoy día al cubano, dentro o
fuera porque más allá de la penetración que tiene de elementos castristas la
comunidad cubana en Miami; no son superhéroes ni nada que se lo parezca; y con
lo dispersos que estamos por medio mundo, es imposible podernos controlar,
hasta que…
Llegaron las redes sociales. Hoy, un nuevo sector se abre al
control del castrismo en su envilecida idea de libertad; controlar la expresión
en un mundo tan complicado, a medio camino entre la razón y la locura; entre la
realidad o la fantasía; entre la media verdad, y la mentira más cochina sin
mucho orden ni lógica en algunos casos se han lanzado los camaradas castristas
a por el control de esa porción cubana de la red.
Y ahí podemos ir viendo sus efectos si prestamos un poco de atención.
Ya sé que pueda sonarle a un nacido en algún lugar exento de este tipo de
sabandijas que estoy neurotizado con el tema comunista pero nada más lejos; mis
afirmaciones parten de la observación, y razonamiento del funcionamiento de los
grupos de cubanos en las RRSS en mi interacción con ellos.
¿Qué no me creen? Revisen los perfiles de los muchísimos grupos
de cubanos que existen. Pongan atención a los más numerosos, y verán que muchos
ya te dicen en la información del grupo: política no. Tengo por costumbre
esperar me agregue alguno de mis amigos al grupo para precisamente no pecar de “pesao”
con el temita; para mí, no creo que exista un cubano con conciencia de ello, sea
del bando que sea, que considere no hablar de política; máxime cuando Cuba está
politizada hasta las trancas desde hace más de sesenta años, y habremos unos
tres millones de des-enraizados por culpa de la política.
Entiendo que en la vida hay otras cosas; gatitos graciosos
que juegan con la pelotita, y la mar de competiciones por ver quien luce mejor,
y cosas de esta pos modernidad aplastante; pero, ¿cómo se le ocurre a usted
decir que no se hable de política en un grupo de cubanos de más de tres personas?
He tenido que enviar a administradores de grupos mensajes
para que publicasen mis escritos o me bloqueasen; no me callaba en Cuba, así
que hacerlo ahora carece del más mínimo sentido les digo siempre. Por un tiempo
creí que eran despistes, hasta que llegó el primero que sencillamente eliminó
mi publicación.
¡Eureka! Ahora todo cobra sentido; reviso perfiles de los
que administran, voy a sus muros personales, y me encuentro personas que me devuelven
a un tiempo pasado en que luchaba por razonar con quienes unas veces a la
fuerza, pero muchas otras por voluntad propia, han llevado una venda en los
ojos.
El castrismo, en su único objetivo de medrar sobre las espaldas
de los cubanos de dentro, y de fuera, se ha lanzado a la conquista de este
espacio; a mis amigos les digo que tengan cuidado con los grupos porque detrás de
una invitación, puede estar esperándote el lazo para controlarte, para rodearte
de quienes no tienen ni dignidad ni conciencia, y que obedeciendo al chasquido
del látigo, va a intentar reducirte o confundirte.
Una sola petición, el final del castrocomunismo; un solo
deseo, libertad.
¡A por ellos! Ah, y esto aunque no lo crean, no es política.
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