Ay Chacumbele!

Ha salido una noticia que en España de algo que no ocurría desde hace tres cuartos de siglo, de cuando los españoles se mataban unos a otros, y viceversa. Concretamente el asunto es el siguiente: se han muerto más de los que han nacido.

La cosa pinta mal en términos futuribles teniendo en cuenta que es una tendencia en el mundo de las sociedades desarrolladas, el que las familias van diluyéndose entre realidades consumistas, conceptos novedosos de género, y matrimonio u otras cosas de este estilo neo moderno, que nos tienen instalados en una realidad descolorida.

Pero claro, cómo encontrar el camino que nos reconduzca a la sensatez, cuando hoy la tendencia son unos flotadores para adultos con forma de unicornio; que están haciendo furor en las ventas de quienes instalados en la cursilería más irrelevante buscan constantemente sus cinco segundos de fama. Viendo lo que veo hoy, llego a la conclusión de que ni el dinero o las comodidades dan la felicidad porque si no, no hubiese tanta gente reclamando atención a la desesperada.

Desde que el mundo es mundo, la humanidad se ha preguntado cuándo echan el cierre. Desde los Mayas y sus profecías; los cristianos con la apocalípsis, hasta llegar al documental de Gore, todos han intentado pronosticar el fin del mundo. De las teorías más rocambolescas la de los marcianos invadiéndonos; ya Wells con su libro, dejó claro que iban a freírnos con sus rayos láser, y demás artilugios, desatando en tiempos en que se estrenó la película, toda una histeria en la sociedad americana de entonces.

Pero claro, el universo es muy grande, y se expande para rematar. De ahí que creo sinceramente, que no van a llegar a tiempo para freírnos con sus pistolas; al paso que vamos, la probable extinción de la raza humana no va a ser por causas catastróficas o destructivas, sino por algo mucho más simple, y explicable según esta teoría desquiciada que expongo: el confort.

Hoy el ser humano está imbuido de un concepto tan errado como peligroso para la especie; aquel que antes conocimos como bueno, bonito y barato. Se quiere ser joven eternamente, rico excepcional-mente, feliz estrambotica-mente por los siglos de los siglos... ah, y sin dolor, que para eso está el paracetamol.

De estos polvos dentro de unos decenios si no rectificamos, recogerán mis hijos o nietos, los lodos de la destrucción, de la ausencia de humanidad en ese mundo de robots trabajando, y gente haciéndose selfies o masturbándose, ya sea física o mentalmente; mientras los poderes financieros globales continuaran enriqueciéndose, -ahora más que nunca-, vendiéndoles humo, y cuentas de colores, a quienes están inmersos en la vanidad más vacua desde tiempos de Makepeace.

La desidia no la perdona Dios si la auspician los pueblos. La equivocación de un hombre es entendible, la de millones ya sabemos que no; a quien le queden dudas, miren a Auschwitz o a La Habana.

Espabilen, que gratis no hay nada en este mundo, y por desgracia, si habéis creído que un tipo gordo, viejo, y cargado de regalos entra por la chimenea, es que estáis locos. Hay que sembrar y sudar para recoger; y ademas, durante el tiempo de espera vigilar el sembrado que si no... .

Que no!, que no entra por la chimenea caramba; entra por la puerta.