Amigos.
Miro a mi alrededor,
y no me encuentro,
de mí se han ausentado,
quienes me sustentaban;
aquellos que por siempre
me escoltaron en juegos,
y que hoy no aparecen
entre sombras nacidas
de un exilio inclemente,
que huele a madrugada;
algunos, han ido al otro barrio,
a ese lugar temido
que
refuerzan los años;
los otros, hoy dispersos
por efecto de un tiempo
secuestrador
de sueños,
... a cualquier lado.
Los mejores, los viejos,
los que están desde siempre;
esos que te han seguido
entre palés
de troncos
de un aserrío encantado;
que han volado cometas,
reventado peonzas
o dientes en un patio de juegos,
y que hoy está velado
por efecto del
tiempo;
esos, hoy te recuerdan
que no eres un chaval,
porque muestran siluetas
con melenas ausentes
con melenas ausentes
y engrosadas cinturas,
que logran que se
muevan,
a buscar la chancleta.
Luego llegarían otros
de disimiles partes,
reforzando un tejido
que iba a
permitirte
enfrentar los envites
de tiempos no previstos,
pero que siempre
llegan
cuando menos lo esperas,
cuando toca exiliarte,
cuando toca exiliarte,
y salir apurado
huyendo a una condena
de difícil arrastre;
renegué en un inicio
predispuesto, por vicio,
por herencia de gente tozuda,
que prefiere esencias a oropel;
me rendí al ver en ellos,
destellos de luz entre la bruma.
renegué en un inicio
predispuesto, por vicio,
por herencia de gente tozuda,
que prefiere esencias a oropel;
me rendí al ver en ellos,
destellos de luz entre la bruma.
Hoy no tengo un millón
como aquel brasileño
que aspiraba a gritar más
fuerte,
a lograr que lo oyeran los cielos;
pero camino voy, paso a paso
seguro
a encontrar mi legión,
la que busca un futuro
de vidas mejoradas;
y labios secuestrados
que esperan alboradas,
donde hoy solo hay tristeza,
y desesperación;
no lo duden,
amigos para siempre seremos;
o al menos, hasta el tiempo
que caiga
la abyección,
que nos tiene frenados
a que nos reinventemos.
Amigos, quién dice
que no son obligados
que no son obligados
si forman la sustancia
que permite sentirte
un poco más cercano al Creador,
un poco más salvado;
y si vienen de
Marte,
de twitter o de al lado de ti,
son bienvenidos;
total, tú ya lo has
descartado
eso de a solas caminar
el trayecto espinado,
que no va a ningún
sitio,
si no arrimas el hombro
por ganar a tu hermano;
pero, si aunamos corazones,
pero, si aunamos corazones,
entonces ciertamente,
habremos coronado.
*Poema inédito de un poemario titulado: Epolución, un tiempo para sobrevivir a la conciencia.
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