Vecinos.

Quién es tu hermano?; tu vecino más cercano. Y así resultó ser, al menos en la Cuba de miserias que me tocó vivir. En el barrio nos ayudábamos todos; creo sinceramente que la crisis del 90, si no llega a ser por los vecinos, por la solidaridad, y miserias compartidas, no hacemos el cuento.  Resulta que al parecer, esta relación de vecindad que el cubano tiene, y que ha adoptado a la hora de plantearse la solución a sus problemas cotidianos, la tiene tan asumida, que lo ha llevado a pensar que esto puede aplicarse a otras definiciones de vecindad, por ejemplo, la geográfica o geopolítica.

Hay un mar de cubanos en el exilio, hablando cada día de lo que América dice o hace con relación a Cuba, normal que con una nutrida comunidad - nunca mejor dicho-, residiendo en EEUU, se tenga la tentación de opinar de su política local; al fin y al cabo, todos somos ciudadanos de aquí, de allá, y de ningún lado. Otra cosa sería, creer que estas noticias son decisivas para lograr la libertad de Cuba; otro tanto pasa con el asombro/indignación, que por estos días se está viviendo por el levantamiento en la UE de las sanciones a la tiranía castrista. Y no son pocos los enfrascados en esto no; ríos de tinta y horas sin fin, como si nos fuese la vida en ello. Que si darán marcha atrás, o marcha adelante, que si ahora la UE sí, que si ahora no. Confieso que seguir el hilo de las quejas y argumentos, es misión un tanto hercúlea como dispensable.

Porque EEUU, la UE, y cualquier otra potencia mundial, en Cuba como en cualquier país, nunca posicionarán en sus agendas, las angustias del cubano sino sus intereses geoestratégicos, y  sus apetitos nacionales. Porque hace ya tiempo que EEUU hace negocios con la tiranía castrista; y la UE, hace ya tiempo que comercia con Cuba. O es que hace falta decir que EEUU es el principal socio comercial en materia de alimentos; que los Hoteleros Españoles están en Cuba hace decenios; que demócratas italianos, franceses, canadienses y de medio mundo están traficando con las miserias, y desesperación de nuestras hermanas e hijas?.

Si aquellos cubanos que aspiran a ver a su tierra en libertad, no entienden que los esfuerzos deben dirigirse, a ir forjando comunión de criterios entre unos y otros. Si a los que les ha sido dado el Don de la palabra, de la comunicación, del liderazgo, no buscan caminos de unidad entre quienes desde la honrada diversidad de criterios y opiniones, buscan desesperadamente la libertad de su Patria. Si los que ya han echado a andar, animados por el deseo sublime de ver a Cuba parte del concierto de Naciones libres, no tienen la suficiente honradez para reconocer que un camino siempre puede desandarse, y recomenzarse; entonces, no hemos entendido nada.

Nadie vendrá a rescatarnos; acaso, vendrán a sacarle a Cuba y a sus gentes lo poco que el régimen pueda haberles dejado después de parasitarlos durante más de medio siglo. Entendamos que hay un solo camino, un solo proyecto, una sola idea que defender: la caída del régimen mediante un reclamo popular que despierte hasta las piedras del sepulcro de Céspedes y Agramonte.

Esto es a lo único que debemos dedicarnos aquellos que queremos ver a Cuba libre. No hay atajos, entenderlo es una cuestión de tiempo, pero hay unos millones de cubanos dentro, a quienes les urge que lo entendamos.