Luces y sombras para la esperanza.

El castrismo está arribando a su 58 aniversario, ha sobrevivido a 27 años del Muro de Berlín, y a un Maleconazo de hace 22 años. Y lo hace, sin aumentar la calidad de vida de sus ciudadanos sino todo lo contrario. Esto resulta cuanto menos curioso, teniendo en cuenta que al fin y al cabo, es lo que en cualquier parte del mundo, determina el curso de gobiernos e instituciones políticas.

El comunismo se precipitó a raíz de las reformas de Gorbachov iniciadas en 1986. Una fuerte contracción económica del sistema, y sus contradicciones internas,  crearon unas reacciones en cascada que llevaron a la caída del bloque. Pero; quienes fueron los actores en los diferentes países en la consecución de sus libertades? Quienes lograron el cambio? Resumamos.

En Polonia el Sindicato Solidaridad, concentró el descontento popular, y lideró masivamente la resistencia hasta forzar al Gobierno Jaruzelski,  que terminaría con Walesa en la Presidencia en 1990; todo esto en un periodo de 9 años, si contamos desde el nacimiento del Sindicato como oposición al régimen. Paralelamente en la historia, los alemanes echarían abajo el Muro a finales de 1989, se necesitaron solo unos meses, para materializarlo vía protestas ciudadanas, así fue que el pueblo alemán decidió que hacer con su falta de libertades y división; lo que había sido el muro de la vergüenza durante 28 años, seria reducido a escombros en menos de uno, y en 1990 Alemania sería una, otra vez.

Detrás vendrían Checoslovaquia, Bulgaria, y Rumania. Con algunas diferencias, pero  sería la presión popular la protagonista, que acompañada de organizaciones como Foro Cívico en el caso checo, sirvieron como catalizadores del cambio; en otros casos, el miedo de los comunistas a la presión popular seria directamente el responsable. Aun así, en todos los casos, fue el factor movilización ciudadana, la causa de la caída.

Y los cubanos, ese apéndice del bloque?. Por aquel entonces, estábamos con un dólar a 120 pesos,  la libra de arroz a 50 pesos, y bañándonos con fá. Aun así, solo pudimos rascarle a la historia un Maleconazo, que Castro derivaría hacia un éxodo masivo, utilizándolo en función de la pervivencia de un régimen,  que hubiese sido imposible sostener, si nos hubiésemos quedado en la calle solamente 72 horas. Pero no es solo eso, a diferencia del compromiso social, y la concentración de las fuerzas en aquellos países;  por aquel entonces en Cuba, se conjugan precisamente lo contrario: una ausencia de conciencia social, unida a 360 organizaciones opositoras, cada cual con su proyecto personal, y su limitada visión de las necesidades reales de Cuba.

Combinemos todo eso en una coctelera, añádale la represión selectiva, y la desinformación del régimen, y sírvase.  A quienes pregunten: porqué no se cayó el comunismo en la Cuba del 90? Ahí está la respuesta.

Hoy, no hay en Cuba más de un 2% de ciudadanos que aprueba la afiliación al PCC. A pesar de que no son tantas, hoy  existen, y siguen apareciendo en Cuba y el exilio, organizaciones/proyectos “salvadores”, que mantienen las mismas limitaciones de hace más de 20 años; y que aspiran, desde el reclutamiento “para sí”, salvar Cuba sin darse cuenta que a quienes, ni teniendo el régimen todas las estructuras de presión y un solo mensaje, logran convencerle. Como aspirar a que crean, que afiliándose a alguno de ellos, le llevarán a una Cuba libre.

Cuba no necesita “lideres iluminados”, o construidos artificialmente, o que no entiendan el papel protagónico del ciudadano, y no de sus organizaciones. Cuba no necesita proyectos reclamados desde el acatamiento de las normas vigentes, porque eso es reconocer a quien te desconoce. Cuba no necesita que se prostituya la causa de la libertad por culpa de dineros que solo ahondan en la división. Cuba no necesita que el cubano vea en las organizaciones, una salida económica o migratoria a su vida.

Cuba solo necesita que los cubanos nos comprometamos con la aniquilación política del régimen mediante un reclamo popular, dentro y fuera. Cuba solo necesita que hablemos a una, lloremos a una, denunciemos a una.

Cuba necesita ser Ara no pedestal.