Cubanos por el mundo.
Los cubanos exiliados tenemos historias, como granos de arena tienen nuestras playas. Hemos escapado por millones, y eso nos lleva a tener historias miles.
Érase de uno que emigró a Rusia en Enero del 2001, iba con una camisa "Yumurí" a cuadros, y envuelto como estaba en papel sanitario, creyó estar resguardado; casi muere al pasar la automática del Aeropuerto. O como aquellos que cuando "el Mariel", al ser reubicados al norte, y sin siquiera rudimentos de Ingles, se alimentaron de comida de gatos, y juraban que estaba rica.
Hubo otro, que en la casa del sobrino, recién llegado de años de "jarrito", se pasó tres días bañándose agachando la cabeza en la salida del agua de la bañera, porque no subía a la ducha. O aquel que, encendido el cigarro, tiró por la ventana el encendedor del coche del hermano. Y que decir del afán de intentar guardar todo envase plástico de cuanto producto consumíamos?.
La transición ha sido dura, hemos tenido que recomenzar, oficios y profesiones, proyectos malogrados por las urgencias de años perdidos, por el desconocimiento del mundo libre, por las barreras idiomáticas, por la falta de los nuestros, por tantas cosas... . Pero algo nos ha caracterizado: hemos sido tenaces.
Eso sí, nos adaptamos. Aprendimos pronto que se puede vivir del trabajo honrado, que robar no es resolver, que el esfuerzo tiene premio. Y ahí está la comunidad cubana en el exilio, generando más PIB que el desgobierno castrista. Todo esto, sin olvidar, que al salir de Cuba, nos fuimos con una mano detrás... y la otra también.
A quienes me preguntan por el futuro de Cuba libre, si vivirá la pesadilla de esos países tercermundistas atrapados en una diabólica espiral gravitatoria que no les permite avanzar, les digo que no. Que si los cubanos de dentro han tenido que sufrir la tiranía mas de medio siglo, los cubanos de fuera no permitiremos que su historia termine en aguas de borrajas; que haremos de Cuba un modelo de país, referencia de todo lo bueno que ya fuimos, y que volveremos a ser, porque cualquier otra historia, sería traicionar tanto, sería traicionar todo.
A Cuba regresaremos todos, a por la República de libres y prósperos.
Érase de uno que emigró a Rusia en Enero del 2001, iba con una camisa "Yumurí" a cuadros, y envuelto como estaba en papel sanitario, creyó estar resguardado; casi muere al pasar la automática del Aeropuerto. O como aquellos que cuando "el Mariel", al ser reubicados al norte, y sin siquiera rudimentos de Ingles, se alimentaron de comida de gatos, y juraban que estaba rica.
Hubo otro, que en la casa del sobrino, recién llegado de años de "jarrito", se pasó tres días bañándose agachando la cabeza en la salida del agua de la bañera, porque no subía a la ducha. O aquel que, encendido el cigarro, tiró por la ventana el encendedor del coche del hermano. Y que decir del afán de intentar guardar todo envase plástico de cuanto producto consumíamos?.
La transición ha sido dura, hemos tenido que recomenzar, oficios y profesiones, proyectos malogrados por las urgencias de años perdidos, por el desconocimiento del mundo libre, por las barreras idiomáticas, por la falta de los nuestros, por tantas cosas... . Pero algo nos ha caracterizado: hemos sido tenaces.
Eso sí, nos adaptamos. Aprendimos pronto que se puede vivir del trabajo honrado, que robar no es resolver, que el esfuerzo tiene premio. Y ahí está la comunidad cubana en el exilio, generando más PIB que el desgobierno castrista. Todo esto, sin olvidar, que al salir de Cuba, nos fuimos con una mano detrás... y la otra también.
A quienes me preguntan por el futuro de Cuba libre, si vivirá la pesadilla de esos países tercermundistas atrapados en una diabólica espiral gravitatoria que no les permite avanzar, les digo que no. Que si los cubanos de dentro han tenido que sufrir la tiranía mas de medio siglo, los cubanos de fuera no permitiremos que su historia termine en aguas de borrajas; que haremos de Cuba un modelo de país, referencia de todo lo bueno que ya fuimos, y que volveremos a ser, porque cualquier otra historia, sería traicionar tanto, sería traicionar todo.
A Cuba regresaremos todos, a por la República de libres y prósperos.
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