Canel, el reformista.

En Cuba se está cocinando una reforma a la Constitución, otra más, y como decíamos en la mesa de dominó en el barrio…, y con estevan tres. Hay mucha expectación dentro, y fuera de la isla maniatada, sobre qué impacto va a tener esta reforma; personalmente he llegado a leer en un tweet que el sabueso castrista, en unos años va a ser el Gorbachov de Cuba; confieso que lo primero que me vino a la mente, no fue que el firmante fuese imbécil, sino que es parte de esos castristas edulcorados que pululan en las redes.

En Cuba, mientras mis hermanos de causa, están entretenidos con sus juegos de tronos a nivel táctico, y a sus huestes las humillan, golpean, y encarcelan de manera sistemática; el desgobierno comunista dentro, y fuera; va preparando su nidito de cara a asentarse con comodidad, para los próximos sesenta años.

En su plan, está conseguir de alguna manera acceso a fondos de inversión, que les permitan mantener su ruinosa economía de supervivencia que tiene asumida el cubano común; mientras llegan tiempos mejores, y se les abren las puertas de la reserva federal americana; para ello, piensan que el camino es implantar un modelo parecido al chino en términos económicos, mientras controlan con puño de hierro la libertad de expresión, y los derechos de sus ovejas que balan tranquilamente entre los escombros de su realidad.

La lógica no es mala, ellos confían en que sí los americanos hacen negocios con China; en algún momento cuando pase la generación más recalcitrante de los cubanos que aún quedan con vergüenza en La Florida, y lleguen los tiempos de los cubanos sin dignidad ni conciencia de exiliados,- como los que reclaman airadamente aviones en aeropuertos para regresar al comunismo salvador pero eso sí, con los dólares imperialistas en los bolsillos-, sean mayoría; en ese momento ni a demócratas ni a republicanos que hoy los vemos denunciar el problema de Cuba,- por los votos de ese exilio comprometido-, en ese momento hablarán de lo que normalmente hablan los políticos, que son los problemas domésticos de sus votantes. Ese día, ya no habrá más visitas pre-presidencialistas a las oficinas del Alpha 66, porque sencillamente se habrán extinguido, como los dinosaurios.

De ahí mis angustias, de ver que en unos años puede desaparecer el exilio, que pudiera ser determinante en conseguir aunar a la oposición; a la fuerza si es preciso,- léase visas y fondos-, para de una vez dar una imagen interna, y externa de unidad; ante un tirano que sigue su camino lento, y perfectamente estructurado hacia la consolidación, mientras va apretando selectivamente, los tornillos de la oposición para que no se vea que reprime demasiado, pero sin que por ello renuncie a el efecto deseado, que es mantenerlos dispersos, y apocados por falta de potencia vocal o cívica.

Visto lo visto, no tengo claro que pueda regresar a mi barrio un día. Creo sinceramente que debo ir acostumbrándome a la idea de jugar a la petanca; total, ya he perdido práctica en eso de contar de una vez las fichas después de casi veinte años de exilio, y comienzo a sentirme un poco saurio también.

Aún así, a mí no me lías; Canel, el escombrista.