Fábrica de opositores.
Desde el minuto uno del secuestro de Cuba por parte del
castrismo, comenzaron a dignificar nuestra condición de hombres libres muchos
que ante la traición histórica de una revolución nacionalista que nació para
restablecer la normalidad democrática, derivaría en un proyecto comunista, y donde aquellos no
se resignaron a ser ovejas de matadero.
Cómo no resistirse ante lo que muchos consideramos una abyección,
una anomalía en el proceso de construcción de la sociedad humana. El comunismo,
esa “dictadura del proletariado” no es más que una tiranía de quienes mediante
la fuerza, la imposición y el amedrentamiento, buscan el control de la población
para una vez lo han logrado, someterlos; secuestrar su voz y hablar en su nombre
con el único propósito de esclavizarlos, y medrar sobre sus espaldas.
Hoy son muchos los reprimidos y encarcelados en mi país, si miramos la
lista los hay de todo tipo y condición; médicos, abogados, artistas, científicos,
gente simple que no por ello deja de tener aspiraciones de libertad porque la
libertad es esencialmente un estado metal, un atributo de la conciencia de todo ser humano sin distinción. No
discrimina el castrocomunismo, género, condición social o racial no son una limitación, como tampoco la maternidad o una enfermedad invalidante sean razones que los libren de
sufrir la tortura o el encarcelamiento; y es que en Cuba da igual si te cagas
en la madre de los Castro, gritas libertad, cantas una canción o simplemente
maldices el desgobierno que no te permite prepararle una merienda a tus hijos. Sencillamente ante cualquier acto subido de tono en la desquiciante rutina del cubano, tienes compradas papeletas en la rifa carcelaria; y es que en Cuba, el protestarle a los verdugos está vedado.
Pero ahora el castrismo se ha desatado, y aspira no solo a
controlar la vida de sus esclavos atrapados en Cuba, sino que se atreve a intentar
coartar libertades fuera de sus fronteras; y es que hace unas pocas horas, las
hienas en nómina de la castromafia en la ONU han intentado secuestrarla.
La presentación de una campaña de EEUU a favor de los presos
que sufren prisión en Cuba ha sido saboteada de manera burda; mientras los
ponentes han ido razonando las motivaciones o directamente llamando con nombre
y apellidos a la represión castrista, los saboteadores castristas han querido
imponerse en una institución democrática,- donde hasta Muamar Gadafi ha hablado-,
con la bulla, el grito y la grosería más excelsa; que son los valores que estos
sesenta años de despropósito, han conseguido insertar en la sociedad cubana.
Da vergüenza escucharlos, son los mismos macarras de siempre que se
imponen, y que no permiten a los cubanos ni la libre asociación, ni la libre opinión,
ni siquiera la libertad de pensamiento. Cardet, Ariel, Berta, y cientos más que
cada mes son reprimidos no son solo una lista de nombres; detrás están hombres
y mujeres encarcelados pero libres en conciencia, que aspiran a vivir en un
país de derechos y libertades individuales para todos.
Pero los castristas no están dispuestos a permitírselo; de
hecho hoy con estas manifestaciones totalitarias, y sus mensajes alienados en el
seno de la ONU, me doy cuenta que estos en realidad aspiran mediante el chantaje
y la presión descarada, a secuestrar a las naciones unidas que es lo mismo que decir que secuestrarnos a todos.
Vamos a tener que apurarnos porque si no, capaz que un día a pesar de estar exiliado tenga que volver a repetir aquello de ¿socialismo o muerte? ; pregunta que por otra parte, tengo meridianamente respondida.
De cualquier manera creo que hoy, la causa anticastrista ha
ganado adeptos en medio mundo gracias a la difusión de unas imágenes que hablan
por sí solas; y es que estos zarrapastrosos no entienden de las leyes de la física, de ahí que
sean especialistas en crear oposición, y claro un día tanto dará el cántaro a
la fuente que….
Libertad!
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