Cuba hoy.
Ha salido publicada en El País.com una de esas noticias con relación
a Cuba que más duelen; no puedo pasarla por alto. Dice el Titular: “Aquel que quiere encontrarlos, sabe dónde
están los burdeles de Cuba”. A continuación el subtítulo aún más lacerante
si se quiere: “Un recorrido por los
lugares y los testimonios de hombres y mujeres de la isla que consiguen en una
tarde a cambio de sexo el equivalente al sueldo mensual de un médico”.
No son hoy los tiempos en que a Gonzalo de Castañón,- por
demás periodista igualmente-, le costase la vida profanar el nombre de la mujer
cubana. Por desgracia concurren varios factores que impiden al menos a mí el
hacer como Mateo Orozco a Alvaro Fuente, el firmante de este artículo periodístico;
y es que por un lado no tengo aquí el rifle 30.6 Beretta que dejé en EEUU, y
por otra parte, no sería de justicia porque si bien entonces el Castañón habló
equivocada e injustamente sobre la mujer cubana; hoy, el Señor Fuente no ha
hecho más que retratar la realidad de un problema que es parte del plan que la
castromafia diseñó para prostituirnos en cuerpo y conciencia a fin de
controlarnos. Y claro, unos cuantos entregaron sus conciencias al tirano
mientras otras muchas entregaron otra cosa.
Según dijo el ya occiso mojón en jefe, y artífice de todo
esto, las putas en la Cuba libre eran un problema. Yo no había nacido pero sé
que estaban recluidas en burdeles y con carnet sanitario; hasta sindicadas
estaban cuando llegó el castrocomunismo. Entonces se acabaron los burdeles solo
que no las putas, que siguieron siendo parte de nuestra realidad como la de
medio mundo; recuerdo a un amigo irse al “ballú” que fue como lo conocí luego-,
de vez en cuando a aliviar su frustración matrimonial cuando la acumulación de
testosterona le llegaba al cerebro.
Pero se acabó el cuento comunista, y caímos en la crisis
esperada al menos por los que sabían que éramos unos mantenidos. Y entonces la
castromafia abrió las fronteras al turismo, y las piernas a mujeres y chicas que
ante la inoperancia de un desgobierno incapaz de suplir necesidades básicas, las
lanzó a por los viejos verdes que escucharon el llamado de unos gobernantes que
vendieron Cuba como un lugar de sol, playa y chochetes baratos.
Así hemos llegado a este artículo de Fuentes, al que no puedo
meterle un tiro en la cabeza porque no me atrevo, siquiera a contactarle. Y
es que se me caería la cara de vergüenza antes de levantarle la mano porque su publicación
hoy, es una verdad como un pino.
Cuba hoy se divide en la Cuba de los que la sueñan libre y
próspera donde sus hijos puedan emular con el mundo gracias a sus esfuerzos
honestos; y la otra, la de Díaz Canel y su castromafia que hambrienta,
deprimida, empobrecida y prostituida, no aspira más que a que llegue el día de
emigrar o morirse, y acabar con esa esclavizante existencia.
De ahí mi grito de libertad; de ahí que guarde mi 30.6 por
si me encontrase de frente… con Díaz Canel y sus acólitos.
Y guambán.
Occiso se refiere a que ha muerto violentamente. Interesantes los artículos.
ResponderEliminarGracias por su comentario. Imagino que lo del occiso es porque me ha traicionado el subconsciente.
EliminarAmigo, creo que tu respuesta, aunque justa, es un tanto violenta. No te haces ningún favor, ni nos la haces a todos. Comprendo tu indignación, pero es algo a lo que ya tendríamos que estar acostumbrados.
ResponderEliminarBueno opiniones hay muchas, respeto la tuya porque te se un buen cubano. Pero aun así, soy cubano, exiliado y padre de una hija que está a salvo de estas miserias sin que ello sea óbice para tener miéntras exista esta aberración, tranquilidad de conciencia. Así, mantengo las ganas y la intención.
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