Cuadrar las cuentas.
Las matemáticas son una ciencia exacta. De ahí que los
contables siempre saben que cuando llega el tiempo de explicarse, mejor tenerlo
todo a punto; porque en contabilidad el debe y el haber, han de estar armonizados
porque de lo contrario o se cuadra la caja o hay que borrar, y hacer cuenta
nueva.
Han soltado al activista Tomás Nuñez después de 2 meses de
huelga de hambre. Solo hay que ver la foto para entender que esto no es un
farol, esencialmente porque está en los huesos. Más allá de la satisfacción de
saber que este compatriota ha salvado la vida, y que ha humillado con su
obstinación al desgobierno castromafioso al que no le ha quedado más remedio
que liberarle, no encuentro razones para la alegría que muestran algunos; y es
que este triunfo de la voluntad, este tipo de sacrificios si luego no van
precedidos de pasos concretos para fomentar la causa de todos, y se quedan en
exhibir conquistas de grupos... entonces el sacrificio es en vano.
A estas alturas, y después de tanto no creo que alguien vaya
a malinterpretarme por esto; he defendido, y defiendo la libertad de todos
ellos, y de Cuba cada día; lo que pasa es que tengo una marcada tendencia a
sopesarlo todo en términos de réditos, y claro… las cuentas siguen sin cuadrar.
Y es que en términos de consolidación del camino a la
libertad, si el triunfo no es productivo, si no abona la causa de todos, es
como la semilla que cae al borde del camino. De ahí que me alegre por el
compatriota, pero no entienda su sacrificio.
No será la primera vez que este tipo de acciones aparte de
las molestias que producen al régimen, serán utilizadas para el reforzamiento, y
posicionamientos de grupos de cara a quienes han convertido la causa de la
libertad de Cuba allende fronteras, en un concurso; donde los pocos fondos que
van a ayudar de manera efectiva a los opositores que se parten la espalda,
siempre se condicionarán a la visibilidad mediática que en términos de
actividad tengan. El resto del dinero se queda en manos cubano-americanas, para
vergüenza de una causa que está prostituida desde hace mucho; y donde todos los
actores involucrados no quieren que se mueva ni una sola línea del guion. Y eso
incluye personajes desde Washington hasta Miami, pasando por La Habana: una
vergüenza.
De ahí mi falta de militancia, mi tozudez en términos de
mantener mi “no pertenencia”. Porque en lo que se refiere a la causa de la
libertad, tendríamos que hacer una catarsis tal, que sería mejor hacer como
esas construcciones donde derribar, y empezar de nuevo, se antoja mejor que reformar algo
que no tiene pies ni cabeza. La otra opción es como dice mi contable, hacer borrón y cuenta nueva.
De ahí las urgencias en que estamos. Porque las generaciones
que van ya acudiendo a las urnas en EEUU, no les sensibilizan estas cosas; y el
político siempre irá con la intención de voto, y lo que está detrás de esta
intención. Al fin y al cabo siempre digo lo mismo, estos tipos no liberan
pueblos, eso es tarea de libertadores; y nuestra causa los tiene, no nos preocupe
si son más o son menos porque aunque llegasen a estar contados con una mano, si
estos cargasen el decoro de todos los demás, los demás al final terminarían
siguiéndolos.
Y entonces ya no habrá tiempo para arreglarlo, porque
habríamos perdido la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva; esencialmente
por nuestra ineptitud, y falta de perspectiva.
Espero equivocarme, porque de lo contrario ese día se confirmarían
mis temores; porque si llegamos allí en estas condiciones…, olvídense de las
cuentas.
Y guambán.
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