Materialistas conversos. ¡Solabaya!

Fui confirmado en mi fe por Monseñor Agustín Román en la Iglesia de San Lázaro de Miami el 17 de diciembre del año 2006; era la culminación de un proceso de cambio que comenzó en una roca de una playa de Gran Bahamas el 29 de diciembre del 2003 donde el camino hacia el Señor se me presentó en forma de manzana - ahondaré en ello en otra ocasión-; culminaba así mi conversión de hombre de fe en el Gran Arquitecto del Universo aceptada en rito iniciático en el año 92, a Cristiano confeso; mucho antes durante mi niñez, si alguna vez entré en una iglesia o toqué alguna campana, sería solo para fastidiar al párroco.

Ya sé porque tengo las estadísticas de este blog, que cada vez que hablo de fé, cuando se tocan temas que quieren llegar a la conciencia en términos existenciales, los lectores descienden considerablemente; somos así, nos gustan los espejos si solo son para un momento adonis; pero si tenemos que permanecer más de 5 minutos ya se nos cae muchas veces la cara de vergüenza... ante nosotros mismos. Créanme lo que les digo, las estadísticas no mienten.

Por mucho tiempo creí no había nada peor que un materialista comunista; esos que no creen más que en directrices, y consignas de ocasión; que van como veletas sin más rumbo que el que marquen los estamentos superiores que para eso son supremos en términos de fe; porque no hay que olvidarse que los comunistas necesitan creer también, al fin y al cabo son humanos como el resto o casi todos, que no es lo mismo pero es igual cuando se trata de buscarle explicación a nuestra existencia. A diferencia, aquellos en vez de poner su salvación en un ser supremo, la ponen por ejemplo en un PCC o en una estatua que hoy solo sobrevive en museos frikis de algún que otro país de la Europa del Este o Rusia claro está.

Hay una una variante peor, el materialista de careta; los que en mi país han sido co-responsables del mantenimiento del castrismo al que han dado o dan aun hoy, su apoyo condicionado a las circunstancias que mañana... nunca se sabe; estos a diferencia de los auténticos tienen dos veletas, una que se mueve en el mismo sentido que la miasma oficialista, y la otra que se mueve según sea el caso; y que en ninguno de los supuestos, una veleta interrumpe a la otra, aunque el viento sople a la misma vez del este y el oeste, porque estos a diferencia de los auténticos, estos son dúctiles.

Y luego el peor de los materialistas, peores que esos ejecutivos del Lehman Brothers que arruinaron a medio mundo con su afán por el dolar; peores que aquellos que son capaces de hacer trabajar a un niño por pura codicia; si amigos, hablo del materialista converso, ese que siendo un comunista autentico o de careta, llega al capitalismo donde florece como lo hacen las salmonellas en la mierda; y si digo que esta es la peor de las especies no es por gusto, es porque un materialista que no cree en un ser superior es lo más peligroso que pueda existir, porque a diferencia de los capitalistas o sus antiguos comunistas compañeros de ideas, este al probar las mieles del éxito en términos económicos, y lograr una posición acomodaticia, reemplaza al PCC o a su figurilla de la suerte... por él mismo.

Así, termina por creer que es el centro del universo, y se olvida de quien es, de donde viene, a quienes ha dejado atrás, y muchas veces no recuerda ni a la madre que lo trajo al mundo; y no es solo que se vuelvan peligrosos, es que se vuelven tóxicos.

Agradezco a Dios, aun cuando nunca me contaron entre auténticos o caretudos, el que me haya permitido descubrirlo a pesar de mis primeros años agnósticos; porque hoy, aunque tropiece cada día sé que Él es mi camino. Y ruego por esa masa deshumanizada; por mis amigos, los que me quedan o los que un día lo fueron; por mis paisanos de careta, y hasta por los materialistas auténticos que puedan quedar todavía en ese país de ciegos que es hoy Cuba, para que encuentren como yo encontré un día, un camino que los libere realmente, que los salve de tanta vergüenza y esclavitud, estén a derecha o izquierda.

¡Amén!


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