Un lamento autodeterminado.

Desde que el 14 de Diciembre de 1960, y con motivo del proceso irreversible de descolonización, se aprobase en la "Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales" de las naciones adheridas a este club mundial llamado ONU, el documento consagraría los derechos de los pueblos a elegir sus destinos; a contraparte, esto daría a tiranuelos de medio mundo, el oxigeno suficiente para continuar medrando. Porque estos listos, verían en esta declaración su tabla de salvación para desgracia de los pueblos que han tenido, y tienen que continuar sufriéndolos.

Lo curioso es que esta declaración que supuestamente está recogida en todos los pactos internacionales de derechos humanos, no aparece en la declaración universal de derechos humanos; y además, aunque fue refrendada lo mismo por nacionalistas, socialistas, comunistas o liberales; cuando en su día se comenzó a dársele forma, es de recibo decir que los primeros en apuntarse fueron los comunistas- que casualidad-.

Resumo sus dos aspectos fundamentales recogidos en el punto 2 y el 7 de dicha declaración donde quedó plasmado lo siguiente:

*Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.


* Todos los Estados deberán observar fiel y estrictamente las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la presente Declaración sobre la base de la igualdad, de la no intervención en los asuntos internos de los demás Estados y del respeto de los derechos soberanos de todos los pueblos y de su integridad territorial.



¿Y porqué aquí consagró el mundo a las tiranías? Acaso no es la misión de la ONU el lograr un mundo de derechos y libertades. Veamos.

Lo que pasó con esta declaración, nacida en su día en lo que a buenas intenciones se refiere en relación con los procesos de descolonización de África fundamentalmente, amén del capítulo de los pueblos indígenas; es que como todo en la vida dependiendo del uso o la justificación, iría hacia fines de luz o de oscuridad. Porque en realidad supone el derecho de pueblos, no de individuos. Y cuando es así, muchas veces pueden terminar pagando justos por pecadores que hecha la ley, hecha la trampa.

Porque ahí están nuestras realidades de hoy. Bashar Al Asad jugando con las potencias mientras asesina a su pueblo con el único fin de mantenerse en el poder, y para bombardearle un par de objetivos militares cuyas tropas ya habían sido advertidas, ha habido que mover un consejo de seguridad. Kim Jong Un con su gota y todo, obliga a los coreanos a sufrirlo, y por lo visto habrá dinastía para rato para desgracia de los paisanos que tiene en campos de concentración por querer ser desarrollados como sus vecinos del sur. Maduro está matando de hambre, falta de medicinas, y con una represión selectiva a media Venezuela, y ahí sigue vendiéndole su petroleo a medio mundo.

Y para colofón, el de mis compatriotas, que llevamos ya sesenta años de dictadura que ha matado a miles, exiliado a millones, arrasado a un país que se sostiene de la caridad de los que escapamos, y del petróleo que les facilita Maduro para que lo sostengan en Miraflores, y ahora ya van para el segundo relevo generacional de pirañas sin que mueva al asco ni de un telediario, a pesar de que Cuba se caiga a pedazos.

Y todos estos desmanes junto a otros muchos se han cometido en el mundo desde la segunda parte del siglo pasado hasta el presente, en nombre del derecho de autodeterminación de los pueblos; y ay del que ose tomarse esto baladí, que miren para cuanto ha dado la invasión a Iraq.

Hoy, el castrismo que secuestró a Cuba desde el minuto uno, y hablado en nombre de sus habitantes como si fuesen realmente libres decidir por ellos; cuando realmente son incapaces de decidir siquiera el centro de trabajo donde quieren desempeñarse, se ampara en esta declaración de forma torticera para mantener su oprobioso poder en contra del derecho individual, y las libertades de los cubanos; al igual que el Kim en Corea, el Maduro en Venezuela o Al Asad en Siria.

No hay derecho a sacrificar el derecho individual sobre ningún derecho colectivo por mucho que esto enerve a políticos hipócritas, y sus afanes geopolíticos de influencia o dominación mundial.

Y por eso, estamos como estamos.


Comentarios

  1. Sr. Pimentel, me alegra mucho leer su análisis sobre la declaración de "Autodeterminación" . Por nuestra parte, siempre hemos pensado y denunciado que: LA DECLARACIÓN DE NO INTERVENCIÓN Y LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS, HA SIDO EL MANTO SAGRADO DE LA IMPUNIDAD QUE GOZAN LOS RÉGIMEN COMUNISTAS Y, POR OTRA PARTE, LA FALSA JUSTIFICACIÓN DE LOS GOBIERNOS LIBRES, DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS, POR SU FALTA DE VALOR POLÍTICO QUE DEMUESTRAN ANTE LA ESCLAVITUD QUE SUFREN LOS PUEBLOS. Un saludo.

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    1. 100% de acuerdo con usted amigo. No en balde serían los primeros en proponerla y consignarla.

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  2. Excelente análisis que destapa la hipocresía de la comunidad internacional en lo referente a la instauración del comunismo en los países latinoamericanos violando los DDHH de la población.

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  3. Poco que aportar. Salvo que el punto 7 de la declaración es el más utilizado por todos los totalitarismo que conozco, parece redactado para ellos. Excelente escrito José. Saludos cordiales.

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