Cumbres borrascosas, y putas de ocasión.
Con motivo de la cumbre de Perú leí cierto comentario reproducido hasta la saciedad por muchos de mis paisanos dentro y fuera de Cuba, sobre la delegación castrista, y las limitaciones más o menos disimuladas que a cubanos libres han puesto para impedir que asistiesen a realizar su labor de condena al régimen que desgobierna Cuba; denuncian estos hermanos que la diplomacia castrista ha hecho su labor, -no esperaba menos-, y que esto demuestra que en la región, no todos nos apoyan en nuestros justos reclamos de libertad.
Llevo años ya repitiendo lo mismo, y solo la indecencia oprobiosa que viven mis compatriotas en la isla me impulsa a seguirlo repitiendo, aunque esto sea contrario a mi naturaleza que siempre se resiste frente a intentar ahondar en lo que es de lógica formal; así que otra vez, repetiré lo mismo aunque canse o moleste. Estamos solos en esto, porque aunque contemos con la solidaridad de quienes ven la libertad, y los derechos aspectos básicos obligados para el desarrollo y bienestar de hombres, y pueblos: SOLIDARIDAD NO IMPLICA RESPONSABILIDAD.
Pero que estemos solos no es un pecado, ni siquiera una desgracia; solos están los venezolanos en su lucha; solos han estado los pueblos que en la Europa del Este se liberaron con la movilización de países que estuvieron igual que nosotros, y más cerca del Kremlin; solos,- entérense paisanos que alientan a Trump a liberarlos-, hemos estado desde siempre; porque los gobiernos priorizan a las potencias antes que a libertadores, que para ganarnos el respeto, primero debemos demostrar coherencia, perseverancia, y sentido del sacrificio; ahí está el descalabro de La Fernandina bajo el mandato del Presidente Cleveland, el mismo que luego sería determinante en el final de la guerra; es así, porque aunque llegue el día en que nos miren con la mayor de las admiraciones, y mundo y medio nos dé su apoyo solidario en nuestros anhelos de libertad, seguiremos estando solos frente a la tiranía hasta que logremos exterminarla, que esa responsabilidad no es compartida.
¿Y por qué se precisa de la aniquilación castrista? Razones miles, de las más lacerantes el trato vejatorio de mujeres que conectadas con aquellas cubanas del siglo XIX, siguen, al decir de Martí,- "llevando en sí el decoro de muchos"- o de muchas; que si en los últimos tiempos se ha pervertido la imagen de la mujer cubana, es gracias a estas putas que apoyadas por un desgobierno que no ha hecho ascos en prostituirlas, y no solo en términos de imagen, sino de manera tangible en los cuerpos de miles de niñas; estas con razones o sin ellas, lo cierto es que un día optaron por cuestiones de urgencias tomar el camino de la indecencia; entre otras cosas, por la desestructurización que el castrismo ha producido en las familias, "obligando" a padres como quien dice, a mirar para otro lado, mientras alargan la mano para recibir el oprobioso sustento que aportan sus hijas.
Frente a esta imagen de oprobio en la que muchas han puesto cooperación necesaria, está la otra, la dignificadora. La de las damas de blanco y su marcha silenciosa clavel en mano; la de las mujeres que integradas en los grupos opositores son vejadas y maltratadas en su condición, y donde ni un embarazo las salva de la brutalidad de las bestias castristas; pero que enfrentándoles, salvan para la historia este tiempo de prostitutas y puteros sin vergüenza; porque la luz siempre ha vencido a las tinieblas, y estas mujeres ya le han ganado la partida a sus verdugos sin que probablemente sean aun plenamente conscientes de ello.
Atrás han quedado los tiempos en que un panadero de Cayo Hueso fue a plantarle cara a un Coronel Español por haber difamado a la mujer cubana; cara le salió la historia al bravucón asturiano creyéndose que podía hablar fácilmente de quienes parían héroes y libertadores; siento que estoy desfasado en el tiempo, hay veces que quisiera una continuidad para salir a castrar tanta indecencia; para poder compartir el dolor, y de alguna manera, ayudar a su cura.
A por un tiempo de decencia y decoro, que se conseguirá con el concurso de quienes estén dispuestos a caminar un camino de redención; sin que tengamos en cuenta Cumbres peruanas ni prostitutas de culo obsceno.
Llevo años ya repitiendo lo mismo, y solo la indecencia oprobiosa que viven mis compatriotas en la isla me impulsa a seguirlo repitiendo, aunque esto sea contrario a mi naturaleza que siempre se resiste frente a intentar ahondar en lo que es de lógica formal; así que otra vez, repetiré lo mismo aunque canse o moleste. Estamos solos en esto, porque aunque contemos con la solidaridad de quienes ven la libertad, y los derechos aspectos básicos obligados para el desarrollo y bienestar de hombres, y pueblos: SOLIDARIDAD NO IMPLICA RESPONSABILIDAD.
Pero que estemos solos no es un pecado, ni siquiera una desgracia; solos están los venezolanos en su lucha; solos han estado los pueblos que en la Europa del Este se liberaron con la movilización de países que estuvieron igual que nosotros, y más cerca del Kremlin; solos,- entérense paisanos que alientan a Trump a liberarlos-, hemos estado desde siempre; porque los gobiernos priorizan a las potencias antes que a libertadores, que para ganarnos el respeto, primero debemos demostrar coherencia, perseverancia, y sentido del sacrificio; ahí está el descalabro de La Fernandina bajo el mandato del Presidente Cleveland, el mismo que luego sería determinante en el final de la guerra; es así, porque aunque llegue el día en que nos miren con la mayor de las admiraciones, y mundo y medio nos dé su apoyo solidario en nuestros anhelos de libertad, seguiremos estando solos frente a la tiranía hasta que logremos exterminarla, que esa responsabilidad no es compartida.
¿Y por qué se precisa de la aniquilación castrista? Razones miles, de las más lacerantes el trato vejatorio de mujeres que conectadas con aquellas cubanas del siglo XIX, siguen, al decir de Martí,- "llevando en sí el decoro de muchos"- o de muchas; que si en los últimos tiempos se ha pervertido la imagen de la mujer cubana, es gracias a estas putas que apoyadas por un desgobierno que no ha hecho ascos en prostituirlas, y no solo en términos de imagen, sino de manera tangible en los cuerpos de miles de niñas; estas con razones o sin ellas, lo cierto es que un día optaron por cuestiones de urgencias tomar el camino de la indecencia; entre otras cosas, por la desestructurización que el castrismo ha producido en las familias, "obligando" a padres como quien dice, a mirar para otro lado, mientras alargan la mano para recibir el oprobioso sustento que aportan sus hijas.
Frente a esta imagen de oprobio en la que muchas han puesto cooperación necesaria, está la otra, la dignificadora. La de las damas de blanco y su marcha silenciosa clavel en mano; la de las mujeres que integradas en los grupos opositores son vejadas y maltratadas en su condición, y donde ni un embarazo las salva de la brutalidad de las bestias castristas; pero que enfrentándoles, salvan para la historia este tiempo de prostitutas y puteros sin vergüenza; porque la luz siempre ha vencido a las tinieblas, y estas mujeres ya le han ganado la partida a sus verdugos sin que probablemente sean aun plenamente conscientes de ello.
Atrás han quedado los tiempos en que un panadero de Cayo Hueso fue a plantarle cara a un Coronel Español por haber difamado a la mujer cubana; cara le salió la historia al bravucón asturiano creyéndose que podía hablar fácilmente de quienes parían héroes y libertadores; siento que estoy desfasado en el tiempo, hay veces que quisiera una continuidad para salir a castrar tanta indecencia; para poder compartir el dolor, y de alguna manera, ayudar a su cura.
A por un tiempo de decencia y decoro, que se conseguirá con el concurso de quienes estén dispuestos a caminar un camino de redención; sin que tengamos en cuenta Cumbres peruanas ni prostitutas de culo obsceno.
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