Chin... chón.

Xi Jinping ha sido ratificado para un nuevo mandato al frente de la República Popular China; legislativamente  hasta el 2023, constitucionalmente vaya usted a saber hasta cuando teniendo en cuenta la longevidad de la raza amarilla; pero no solo es Presidente sino que es Jefe del ejercito también, así que si metemos todo esto en una coctelera junto al aspecto ideológico del relevista de Mao Zedong...,  tenemos Emperador Comunista para rato, algo que solo lo podrían haber hecho los chinos, que en eso de innovar sobre modelos sociales nos llevan ventaja.

China será irremediablemente la primera economía del mundo en unos pocos años, entre otras cosas por la avaricia, y obcecación de la economía especulativa que decidió años atrás la des-industrialización de EEUU;  y claro los chinos listos al fin, ofrecieron su mano de obra barata al capital indolente e indecente que hacia allí se lanzaron como pirañas hambrientas... a por todas.

Me contaba un amigo de mi barrio la historia de unos chinos que desde siempre regentaron un huerto en mi ciudad, donde humildemente con una paciencia y constancia ancestral, se desempeñaron para alegría de mis paisanos que podían encontrar hortalizas siempre frescas que llevar a su mesa; pero llegó el castro comunismo, y aquellos partieron rumbo a Dios sabe dónde; con los años un solar yermo donde otrora florecieron las coliflores, fue removido para construir desde sus cimientos un edificio. Cual seria la sorpresa cuando al excavar salieron a la luz sacos del dinero que en un fin de semana seria invalidado por el régimen, y causa muy probable de la espantada de mis paisanos asiáticos.

Tengo fruto de mi exilio muchos amigos, y conocidos de todas latitudes o países; de entre los primeros está mi amigo S, que llegaría a España desde Cantón hace ya más de veinte años, huyendo como muchos, como todos; y que hoy, después de mucho tesón tiene una vida acomodada que no le impide continuar esforzándose como el primer dia aun cuando ya otea en el horizonte su jubilación.

Admiro el carácter, y la tenacidad de los chinos; y si no hubiesen cambiado a Confucio por Mao, creo que mi admiración hubiese llegado al fanatismo. Hoy, un mundo occidental perdido en sus contradicciones y debilidades, unido a una guerra declarada y terrorista del mundo islámico que no hace más que acrecentar sus problemas identitarios, hacen que la China comunista luzca como un oasis en medio de tanta arena. Y lo peor es que es un error, dueños de medio mundo no debemos olvidar que el capital chino si mañana se lo pidiesen desde el politburó, jurarían sobre la tumba de Mao su adhesión inquebrantable a su legado, aunque este supusiese repetir el "gran salto adelante".

Hoy quizá no seamos capaces de verlo, pero nuestros hijos corren el riesgo que el país donde a su régimen comunista no le importa confinar obispos o sacar los tanques a la calle, sea el líder mundial en cuestión de unos años; horror de pensar que puedan tener la tentación de una era de dominación comunista mundial, cosa de la que creo serían más que capaces, y para lo cual están capacitados si miramos a los chinos de la huerta o al amigo que tengo delante mío.



Ojito!


Comentarios

Entradas populares