Un futuro de fe.
Estuve viendo ayer noche una película futurista de un astronauta,
y su equipo que en una base en Marte, pasan lo indecible hasta que
logran volver a recuperar al miembro de la tripulación abandonado; me he
quedado reflexionando que si bien en mi niñez las películas
futuristas no eran del todo creíbles como pasaría años después
con la llegada de los efectos digitales; también es cierto que de
ninguna manera un argumento como el de anoche me hubiese sonado ni de
lejos verosímil; y sin embargo hoy, casi pudiéramos catalogar ese filme como de
cualquier genero menos el de ciencia ficción.
Todo comenzó con el primer hombre que soñó su futuro personal; desde que el primer sapiens se canso de caerle atrás al mamut, y deseó tener algo que tirarle para alcanzarlo; ese día la humanidad dio el primer paso del camino de un futuro mejor; y ese paso solo pudo darse por una condición sine qua non, la fe. Porque solo desde la certeza de quererlo nace la inspiración para imaginarlo, y después la voluntad para ejecutarlo; quién iba a decirle a Julio Verne que sería posible llegar más allá de la luna; cómo hubiésemos conseguido llegar a tener una NASA sin aquel libro del siglo XIX?.
La fe será siempre garantía de un futuro mejor, imaginar y construir desde las aspiraciones o las necesidades es lo que forja la voluntad de conseguir cosas; como en el caso de las libertades y los derechos en Cuba, que no se conseguirán sin una verdadera posición de fe de quienes desean con autenticidad la libertad, y prosperidad de sus hermanos.
No puede pretenderse exigir algo en lo que no se cree sean cuales sean las razones que te han llevado a ello, sin que al final de una u otra manera se te vea "el plumero"; porque el drama de Cuba hace tiempo que para muchos, - comenzando por los castristas que eso ha sido siempre hasta para algunos grupos y opositores renombrados-, se ha convertido en un negocio donde todos tienen su compensación; en el caso de los buitres es normal teniendo en cuenta que desde siempre han parasitado a los cubanos; pero en el caso de opositores, y buscadores de "viajes y visas", es un despropósito que raya en el esperpento.
La fe es algo cierto, se tiene o no se tiene; parafraseando a Lincon vale recordar que hay quien cree que podrá engañar a todo el mundo todo el tiempo, sin darse cuenta que la historia la construyen los protagonistas, pero la interpretan los espectadores; y al final, con mejor o peor sentido de la critica, si enseñas el culo hasta un ciego sabrá que aquello es lo que es, y no lo que tú quieres que crean. De ahí que la re conversión de los impíos, y la conversión de los agnósticos sea necesaria en este momento en que solo desde la fe podremos desear una Cuba de derechos y libertades; y ese será el principio desde el que luego, con la voluntad de todos los soñadores, hagamos realidad lo hoy es solo una quimera.
Ya estás listo?; cierra los ojos e imagínate en tu barrio, disfrutando en el hogar que hayas conseguido solamente con el esfuerzo honesto de tu trabajo, mientras tus hijos; libres de pañoletas ni lastres que les limiten su capacidad de pensar y de volar, sonríen sin que nadie pueda señalarles por ser diferentes; porque esa Cuba nueva, es tierra de derechos individuales, y hogar de hombres dignos.
Ahora toma mi mano, y caminemos juntos sin parar hasta conseguirlo.
Todo comenzó con el primer hombre que soñó su futuro personal; desde que el primer sapiens se canso de caerle atrás al mamut, y deseó tener algo que tirarle para alcanzarlo; ese día la humanidad dio el primer paso del camino de un futuro mejor; y ese paso solo pudo darse por una condición sine qua non, la fe. Porque solo desde la certeza de quererlo nace la inspiración para imaginarlo, y después la voluntad para ejecutarlo; quién iba a decirle a Julio Verne que sería posible llegar más allá de la luna; cómo hubiésemos conseguido llegar a tener una NASA sin aquel libro del siglo XIX?.
La fe será siempre garantía de un futuro mejor, imaginar y construir desde las aspiraciones o las necesidades es lo que forja la voluntad de conseguir cosas; como en el caso de las libertades y los derechos en Cuba, que no se conseguirán sin una verdadera posición de fe de quienes desean con autenticidad la libertad, y prosperidad de sus hermanos.
No puede pretenderse exigir algo en lo que no se cree sean cuales sean las razones que te han llevado a ello, sin que al final de una u otra manera se te vea "el plumero"; porque el drama de Cuba hace tiempo que para muchos, - comenzando por los castristas que eso ha sido siempre hasta para algunos grupos y opositores renombrados-, se ha convertido en un negocio donde todos tienen su compensación; en el caso de los buitres es normal teniendo en cuenta que desde siempre han parasitado a los cubanos; pero en el caso de opositores, y buscadores de "viajes y visas", es un despropósito que raya en el esperpento.
La fe es algo cierto, se tiene o no se tiene; parafraseando a Lincon vale recordar que hay quien cree que podrá engañar a todo el mundo todo el tiempo, sin darse cuenta que la historia la construyen los protagonistas, pero la interpretan los espectadores; y al final, con mejor o peor sentido de la critica, si enseñas el culo hasta un ciego sabrá que aquello es lo que es, y no lo que tú quieres que crean. De ahí que la re conversión de los impíos, y la conversión de los agnósticos sea necesaria en este momento en que solo desde la fe podremos desear una Cuba de derechos y libertades; y ese será el principio desde el que luego, con la voluntad de todos los soñadores, hagamos realidad lo hoy es solo una quimera.
Ya estás listo?; cierra los ojos e imagínate en tu barrio, disfrutando en el hogar que hayas conseguido solamente con el esfuerzo honesto de tu trabajo, mientras tus hijos; libres de pañoletas ni lastres que les limiten su capacidad de pensar y de volar, sonríen sin que nadie pueda señalarles por ser diferentes; porque esa Cuba nueva, es tierra de derechos individuales, y hogar de hombres dignos.
Ahora toma mi mano, y caminemos juntos sin parar hasta conseguirlo.
Comentarios
Publicar un comentario
Opine usted aquí; libre, y respetuosamente.