Cubano. 7
Manual para recuperar la ciudadanía.
Capítulo 7. El automatismo social.
Ya estamos generando conciencias desde el
reconocimiento de una individualidad que es básica, para hacer personas que
puedan incidir en su realidad. Ya tenemos colectivos actuando y colaborando
desde el análisis, la reflexión y la acción en los problemas que les son
comunes. Entonces ya hemos puesto en marcha un movimiento social sin siquiera
darnos cuenta.
Sin necesidad
de grandes proyectos, solamente generando conciencia individual y reflexionando
sobre la realidad, ya hemos conseguido poner en marcha colectivos que comienzan
a intervenir activamente en la solución a sus problemas desde un reconocimiento
de una libertad individual, que no les permite permanecer indiferentes.
Habrá disentimiento, y entrarán las fuerzas concebidas
para anular la voluntad individual actuando desde las esferas del poder.
Resultaría imposible ante el grado de deterioro en todos los aspectos de la
sociedad, mantener el control si los cubanos que han decidido cambiarlo se
ponen en marcha. Son tantas las reivindicaciones y tal el deterioro en Cuba que
serían incapaces de mantener el control sobre quienes rodeados por unas
miserables condiciones de vida, problemas sanitarios, alimentarios, de
transporte y así los miles de problemas que son la realidad del cubano de a
pie, serian incapaces de ejercer ningún control.
En la medida que las personas vayan sintiéndose
mayoritarios en saberse conscientes de sus penurias, se sentirán mayoritarios
en su capacidad para influir y así exigir que sea modificada su realidad.
Aquí se encuentra la encrucijada de los cubanos a uno
y otro lado de la línea que separa al bien y el mal.
Un colectivo mayoritario exigiendo derechos políticos
o fundamentos democráticos en su modelo de gobierno es impensable, máxime
cuando Cuba en un país que perdió su memoria democrática. Aun así, desde el
momento en el que colectivos resueltos a modificar su realidad de pesadilla
comiencen a exigir lo que les corresponde, y que no tienen relación con marcos
constitucionales o modelos políticos, sino que van a la exigencia de aspectos
básicos como libertades para emprender, para circular por caminos que no pongan
en riesgo la integridad física, o alimentos con los que nutrir a sus hijos o
salarios que les permitan cubrir el coste de una canasta familiar básica
imposible con una moneda ruinosa, entonces y sin ponerse de acuerdo unos y
otros pero condicionados a hacerlo sin remedio porque la realidad es igual para
todos, nos habremos puesto todos de acuerdo sin acuerdo, en la casilla de
salida de un camino llamado autodeterminación.
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