Cubano. 3


Manual para recuperar la ciudadanía.

Capítulo 3. El colectivo.

 

Alguien nos ha tachado de individualistas y no es verdad. Cuba es una isla rodeada de mar y eso nos hace ser un colectivo por fuerza mayor y por ello colectivistas, -algunos lo llaman nacionalistas en términos político-ideológico-. Lo que siempre pasa es que lo colectivo es algo en términos de país, incapaz de conciliarse más que por consenso.


Ahora bien. Cómo han llegado los cubanos a tener consenso para decidir en las últimas seis décadas por ejemplo, perder paulatinamente cuotas de prosperidad, calidad alimentaria o salubridad, siendo supuestamente estas el resultado de una opción de la sociedad cubana, si sabemos por experiencia que no existe en términos sociológicos el suicidio colectivo a estos niveles?

Un colectivo es movido por la acción determinada de las fuerzas dominantes y mayoritarias, que logran imponerse sobre las opiniones o criterios minoritarios. Normalmente en un colectivo de personas, estas participan en las decisiones desde una posición individual o de grupos afines dentro del colectivo, y estas dinámicas hacen que se determine al final el movimiento del conjunto, que salvo excepciones son socialmente positivos.

Pero en Cuba desde hace seis décadas la sociedad de personas ha cedido la capacidad de decisión al poder político que amparado en la máxima del interés de todos, decide desde una mínima porción del grupo aunque lo haga por el interés del grupo en general, al que no representa porque aquel, -las personas-, no han ejecutado su derecho a la confrontación y opiniones particulares a la hora de armonizar una decisión, fundamentalmente porque carecen de conciencia individual y de su autorreconocimiento como personas.
Así al final en Cuba, las decisiones que se han tomado en los últimos sesenta años obedecen no al interés general de un país, sino al interés de una minúscula porción del país, porque esencialmente la sociedad de personas incapaz de reconocerse como parte activa en el proceso del devenir del país ha aceptado que se le haya anulado como sociedad viva, pasando a ser una mera caricatura del poder totalitario.
El resultado es evidente. Solo hay que mirar la curva de desarrollo de Cuba desde su fundación como nación en 1902 y claramente veremos una anomalía que comienza en 1959 y se sigue acentuando hoy en términos de calidad democrática, desarrollo económico y social.
El secreto del descalabro de nuestro país? Una sociedad inexistente que está formada por elementos incapaces de reconocerse como parte de un grupo social que saben artificial, pero que anulados en su individualidad han renunciado a lo esencial cuando se quiere ser un ciudadano: la libertad.

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