Cubano. 6

Manual para recuperar la ciudadanía.

Capítulo 6. La acción individual.

Una vez identificados los aspectos que mantienen la decadencia de Cuba como nación gracias a una sociedad que se niega a ponerse en marcha, es importante comprender el valor de la acción personal en el cambio de rumbo.

Resulta complicado establecer una perspectiva integral en un camino hacia cuotas de libertades, sobre todo teniendo en cuenta que en Cuba existen un secuestro generacional de la conciencia. Por ello, la mejor solución para poder llegar a la meta en la que la sociedad recupere su protagonismo en la vida del país, es establecer pequeñas metas que de manera cotidiana, vayan moldeando una manera diferente de actuar frente a lo que nos rodea.

Es vital redescubrir al individuo perdido entre décadas de un colectivismo obsceno, que le han enmudecido a conveniencia y no le ha permitido ejercitarse en su libertad.

Para ello, las familias, los círculos de amistades y vecinos deben entrenarse en el decir lo que es en conciencia correcto frente a cualquier planteamiento, y permitirse argumentos que los lleven al debate y la búsqueda de soluciones, con independencia de la naturaleza de las conversaciones. Así, podrán acostumbrase a no tener reservas en expresar pensamientos y podrán estar permeables al razonamiento e identificación de lo que pudiera no ser conveniente para su desarrollo personal.

Más allá y en la medida que puedan ir debatiendo temas de interés social, irán encontrando elementos afines a su pensamiento que sin proponérselo, irán formando colectivos de personas que puedan reconocerse en sus concepciones e ideas frente al resto, y de esta manera puedan irse identificando como grupo.

Aquellos colectivos que ya tienen una identidad asumida frente al totalitarismo deben buscar el debate que pueda desarrollar personas que se reconozcan contrarias al estado actual de cosas, sin necesidad de mayor nomenclatura que la de persona en el ejercicio de su libertad, pudiendo animar desde sus comunidades a establecer redes de acción ciudadanas frente a los problemas comunes de cada día.

Entender que una acción individual es vital, si se quiere llegar a un estado de libertades y derechos en Cuba, es imprescindible para quienes buscan caminos de dignidad. El individuo-persona que se reconoce como parte de, y con el poder para cambiar su realidad, es la primera piedra en el camino hacia el automatismo social.