Cubano. 5

Manual para recuperar la ciudadanía.

Capítulo 5. Los derechos.

En Francia se proclamaron en tiempos de la Revolución, luego en 1948 el mundo civilizado vio en ellos un marco universal para sustentar el modelo democrático. Cómo no verlo si las primeras palabras escritas serían: “Considerando que la libertad, la justicia y la paz tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana” …

Si la sociedad cubana era parte de la familia democrática sustentada por estos derechos, cómo es que los cubanos hoy estén reconocidos por parte de los organismos internacionales que vigilan en el mundo el respeto a estos derechos, como unos de los peores de la clase?

Acaso supo el cubano cuando renunció a su libertad individual y al autorreconocimiento como persona dentro de la gran familia cubana, los derechos a los que en su nombre estaba renunciando?

Saben acaso hoy los cubanos que como sociedad y según decisión de esa minúscula porción minoritaria que administra por ellos los destinos de todos, que han renunciado entre otras cosas a la dignidad humana, a la igualdad ante los demás, a la seguridad personal, a la justicia, la libertad de expresión, de asociación, de circulación, a la propiedad, a participar en el gobierno de su país, a trabajar y desarrollarse. La lista es más extensa pero creo que resultaría demasiado dolorosa de reproducir en su totalidad.

En Cuba los cubanos no tienen derechos porque los derechos humanos son una cuestión de voluntad política, y si la libertad si quieres puedes asumirla y vivirla por opción en contra del criterio del colectivo, los derechos son responsabilidad de los Estados y de los sistemas que rigen la vida de las personas, y allí se necesita algo más que la individualidad para imponerse o sencillamente, para poder disfrutarlos.

Si en la renuncia desde un colectivismo mal entendido, los cubanos renuentes al ejercicio de su individualidad, han permitido el secuestro de sus derechos en favor de una ideología a la que han entregado sus destinos creyendo que tiene en cuenta sus aspiraciones, es posible entender ya no solo la decadencia que como sociedad en todos los términos cuantitativos que está mostrando Cuba en el concierto de naciones, sino aun peor, porque si bien una sociedad de personas renunciando a su individualidad puede caer como es el caso en una vida de penurias por malentender la libertad, el aceptar un paradigma que es contrario a la declaración de los derechos humanos les lleva a un callejón sin salida.

De ahí que en Cuba, exista un sector minoritario que aun negándose con firmeza a ser despojados de su dignidad humana, le cueste tanto esfuerzo promover en los cubanos, la acción individual.