De caballos tercos, y jinetes ciegos.

De los recuerdos más queridos, están los que guardo con relación a los días que pasé en el campo. Eran casi siempre en tiempo de vacaciones o fines de semana que nos escapábamos a Magarabomba, donde en una finca sin luz ni sanitario pasaba semanas entre maniguales, y paseos a caballo. Ahí aprendí a montar en un penco viejo que a la hora del almuerzo, con solo arrearlo iba derecho a la casa; como un sabueso que busca su presa, y es que el hábito no hace al monje..., pero lo hace.

Siempre me han gustado los refranes, crecí prestándoles atención ya que encierran la sabiduría de generaciones de gente que a lo mejor sin muchos estudios, aprendió a golpes, y mediante esta trasmisión de conocimientos, quiso evitarnos a las generaciones precedentes los mismos cabezazos. De mis preferidos está este: el caballo puedes llevarlo hasta el río, pero no obligarlo a beber agua.

Pero claro, cuando se intenta aplicar en la práctica hay un par de cuestiones; ¿el caballo tendrá sed como para motivarse a beber?; y lo que es más importante, ¿el jinete conoce el camino al río?.

Del caballo que vamos a decir si lleva más de sesenta años soportando ser espoleado; y además, ¿no habría que reclamarle primero al jinete?

Cada día leo en relación a Cuba en RRSS muchas publicaciones de denuncias, videos con relación a opositores, reclamos de libertad, y disimiles idas y venidas de los grupos o personas que se dedican a intentar hacerle oposición al régimen. Reconozco que la actividad opositora que hacemos es grande, pero desordenada lo que en términos prácticos la hace inefectiva; con relación a los cubanos de fuera poco puede hacerse si no se organiza un exilio que fragmentado porque sí, ha renunciado a la oportunidad que la libertad de movimientos le brinda para llevar la iniciativa con relación a agruparse bajo una gestora que llevase todo el soporte, y representación de los opositores dentro para así ayudar en que estos grupos reticentes a la renuncia de sus mini partidas, entrasen a jugar en grande contra el castrismo que sería la única manera de hacerle resistencia.

Ahora como unos están en el bombo de la fama allende fronteras intentando de buena fe su jugada, otros dentro han visto que les adelantan por la izquierda, y se han lanzado a proclamar lideres supremos; esto sucede a la vez que otros piden por la liberación de su líder preso, y aquellos otros que anuncian la X fase de su proyecto político. Y todo esto mientras las Damas de Blanco son las únicas que sin tener que hacer nada tienen su puesto garantizado, ya que con este panorama, la pervivencia castro-comunista está garantizada por los siglos de los siglos; y de paso, el encarcelamiento de maridos, hermanos, y todo el que les ponga a protestar. Si no fuese por mi natural tendencia a confiar en el prójimo, diría que la DSE está detrás de todo esto.

No quieren verlo, es lo único que se me ocurre al mirar el panorama de la oposición en Cuba. O son demasiado necios o demasiado torpes; o ambas cosas, y con esto se retratan frente a la historia sin saberlo. Porque esta actitud es una de las causas del sufrimiento del pueblo cubano, de su falta de libertades, de sus cárceles oprobiosas. Ya sabemos que esperar del castrismo, pero no aceptamos esta colaboración desde quienes se consideran oposición, y sufren cada día por ello.

Sé que me leen, me encargo de hacerles llegar estas publicaciones, y aunque no se den por aludidos espero que entiendan que solo la urgencia del momento en que nos encontramos me anima a meterme en tales jardines, sabiendo que hay rosas pero también espinas; no importa, hay que decirles lo que no quieren escuchar pero les conviene, es lo que hacen los buenos hermanos.

Necesitamos jinetes que sepan cual es el camino, porque ya basta con la torpeza del caballo como para no saber a dónde dirigir sus pasos.

Acabemos de una vez, de tomar el camino de libertad.