Realidades.
Nunca entenderé de las miserias de
este mundo, las historias de mentiras relativas Cuba y sus gentes; ya sé que nos
lo hemos ganado a pulso, todavía no puedo borrarme la imagen de unos
cubanos bailando con el agua hasta la cintura en medio del último
huracán; pero eso, los que hemos podido escapar y ver mundo libre, entendemos
que la castrificación de esos pobres diablos -uno de nuestros
desvelos-, su ceguera impuesta y/o aceptada, que es el
principal obstáculo a la libertad, es la causa de que intenten vendernos sus historias de felicidad.
Pero cuando se trata de extranjeros,
más si estos vienen del “mundo libre”, entonces se me revuelven las
tripas; porque no hay derecho a sancionar y promover para los hijos
de otros, lo que no quisieras para los tuyos. Digo esto porque parece
que los nuevos tiempos están trayendo cosas curiosas, como la
asociación del artista ruso Stas Namin y el documentalista
estadounidense Jim Brown que han realizado 'Cuba real', un documental
que se estrena el próximo 12 de diciembre en el 39 Festival de Cine
Latinoamericano.
Resulta que el ruso es nieto de uno de
los involucrados en el gobierno que instaló los misiles nucleares en
Pinar del Río, aquellos que casi se llevan el mundo por delante y
claro, fiel a la pestilencia ancestral que le antecede e inunda sus
venas, ha dicho el estepario que “Ese espíritu único de libertad
que existe en Cuba y en todos los cubanos, que no depende de su
status, edad o situación económica... Se refleja en los rostros, en
los ojos de la gente, e incluso parece flotar en el aire cubano”.
Cuba real es el titulo escogido. Son
tantos los recuerdos que aparecen reclamándome protagonismo que tengo
que tomarme un momento; real dicen?.
Real es la otra Cuba; la de Cardet
encerrado sin derechos; la de Payá, asesinado en una cuneta; la de
unas mujeres de blanco que no pueden rezar en la casa de Dios porque llevan
una flor en la mano. Real sí, la de
los cubanos que desaparecieron en ese negro estrecho de apetito
insaciable que ha conspirado con el castrismo para mantenernos
enjaulados; la Cuba de estos miserables no es la de los familiares de
los muertos en las guerras de África; ni la de los niños
malnutridos que tienen como merienda un trozo de pan, y
un futuro condenado por una ideologización de su educación, y la
petrificación de las conciencias de sus padres.
La Cuba real que estos mal nacidos no
han entrevistado, es la de los millones de cubanos exiliados, o al
menos, de los que han sufrido su exilio que al fin y al cabo al decir
del Maestro, “...son los que llevan el decoro de tantos...”, esos
que sufren, sueñan y extrañan, pero que se revuelven frente a tener
que pagar un peaje por visitar su patria o enseñar los dientes al
tirano que esclaviza a sus hermanos.
No saben estos intelectualoides de la
farándula obscena que comanda los tiempos de hoy, que aunque no
hubiese un solo cubano que denunciase esta obscenidad manifiesta, se
levantarían las piedras de los sepulcros de los fusilados en La
Cabaña, , emergería el 13 de Marzo para espantarlos a bocinazos de
dignidad y de justicia por faltar tan descaradamente a la verdad de
la Cuba real, la que se está desangrando hace sesenta años por un
desgobierno tiránico y despótico.
Váyanse ustedes a Hollywood o a Moscú
a filmar, allí hay un mundo de mierda y color que promocionar, lleno
del oropel que Cuba no ha reclamado ni merece.
Váyanse a tomar por c...
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