Capacidad de redención.

Casi desde que el Almirante dijese aquello de, ...esta es la tierra más hermosa... aprendimos nada más tener conciencia de pueblo - gracias a hombres como Espada y Varela entre otros-, a amar a la tierra que nos recibiría primero en condición de criollos, luego de ciudadanos de Guáimaro, y más tarde después de aquel 20 de Mayo, como lo que somos: Cubanos. No en balde cuando España quería castigarnos, no había nada mejor para humillarnos que el destierro.

Así, desde los albores de la nación cubana, siempre hemos sabido que pisamos una tierra bendecida, de ahí que “antes”, no existían comunidades relevantes de cubanos en el extranjero. Hasta 1959, artistas y buscavidas de ocasión representaban a la comunidad cubana allende los mares; pero claro, llegó aquel canta mañanas explicando la verdez de su proyecto y cayeron nuestros abuelos y padres rendidos al flautista... y aquí estamos.

Resultado, hoy la comunidad cubana hispana en EEUU es la tercera, según estadísticas del 2010 hay 1.9 millones de cubanos, casi todos concentrados en el área del estado del sol brillante. Hablo de esta cifra micro, y no de la macro, es decir, de todos los cubanos desperdigados por el mundo, debido a una publicación aparecida en medios que dice que Cuba es el segundo país de la lista de EE.UU. con más órdenes de deportación. Son 26,204, solo por detrás de China pero claro, China es muy grande, y los cubanos... no somos tan malos.

En los años que viví en EEUU conocí muchos "marielitos", lo digo así porque cada generación de cubanos inmigrantes ha intentado de manera peyorativa estigmatizar a su predecesora; en fin, que conocí historias de primera mano de presos, y locos enviados por Castro vía Mariel que eran dignas de libros de historia. Hubo comunidades americanas que salían a la calle a "cazar" cubanos, aquellos pobres restrojos que Castro enviaría sin papeles, sin idioma y sin familias, tuvieron que salir a buscar el pan, y labrarse un futuro sin más amparo que el walfare americano, algunas organizaciones filántropas, y la Virgen de la Caridad del Cobre. Y fue duro, durísimo.

Para que os hagáis una idea, según informes, del total de exiliados del episodio Mariel, unos 125.000 cubanos que llegaron a los Estados Unidos en 1980 como parte del éxodo masivo desde Mariel, estaban detenidos en varios centros de Estados Unidos; de estos, más de 23.000 admitieron haber tenido antecedentes penales en Cuba. Por otra parte, según el Gobierno Norteamericano en unas observaciones del 19 de enero de 1988, se recogía que prácticamente todos los cubanos que llegaron embarcados desde el Mariel eran excluibles en virtud de la Sección 212(a) de la INA.

Hoy, después de toda aquella historia indigna, y de los miles que llegaríamos  después, solo poco más de 26 mil están deportados. Yo que sufrí en mis carnes la dureza de la sociedad norteamericana en términos de competitividad, os digo que son pocos, porque frente al total que ha tenido que empezar de cero, y a los que nos han permitido llevarnos al salir solo la ropa puesta, y nada más; os puedo garantizar que nuestra capacidad de levantarnos nos salvará, y salvará a Cuba.

Y el que no lo crea, aquí está el Miami de 1959, lo que hemos logrado debe ser orgullo de raza, porque en condiciones favorables, por muy duras que han sido nuestras circunstancias , hemos demostrado nuestra capacidad de redimirnos.

Ahora, volvamos los ojos y redimamos a Cuba.