Marchando vamos hacia un ideal...

El Mariel en 1980, no solo sorprendería al personal de la Embajada Peruana que vieron empotrarse un autobús contra su reja, aquel hecho, que pudo pasar como un incidente menor llegaría a sentar Cátedra para los protagonistas directos de la historia, EEUU, los cubanos, y la tiranía castrista. De los dos primeros, decir que la Administración norteamericana aprendería una nueva forma de invasión territorial y los cubanos, descubrieron que aunque no los dejasen irse a las buenas, se podían buscar caminos de libertad… a las malas y a lo bestia.

Y la tiranía? Como siempre, el castrismo ha buscado que la ley del embudo le favoreciese en sus desquiciados propósitos, y este episodio no sería la excepción.  Eso sí, el rédito verdadero de aquel episodio estoy seguro que ni ellos fueron capaces de verlo aquel primero de Abril.

La respuesta del castrismo para que la situación no se les fuese de las manos sería una contramarcha, se le llamó magistralmente “marcha del pueblo combatiente”, hay que reconocer que es lo único en lo que el desgobierno comunista ha sido efectivo y eficiente: poniendo nombres. Algo que en principio no iba a ser más que una concentración más de gentes caminando y gritando, se convertiría en un símbolo del sistema al que con el tiempo, iban a dedicarle hasta un espacio de museo.

Los ignorantes que de buena fe y desde diversos países, sostienen simpatías hacia el despropósito castrista,  es esta una de las preguntas que te hacen de forma desafiante: Porque se llenan las plazas si es una tiranía?.

Puedo asegurar que si el castrismo ha resistido todos estos años ha sido por la utilización de las marchas como elemento sostenedor de un régimen, que ha presumido frente a la opinión pública internacional, y ante el cubano de a pie coaccionado y manipulado, de lo que no ha tenido nunca: unidad.

Luego vendrían otras marchas, las de Elián, la de los cinco espías edulcorados, sin contar que cada año, sacarían a “la turba” según su artificioso calendario, bajo la promesa de cobrar el día, y cerveza al final del trayecto, eso sí, con los años “la turba” comenzó a resistirse y llegó la táctica de movilizar a los pueblos de las regiones en las icónicas e inolvidables guaguas Girón. Así cíclicamente, hace poco, ante la ausencia del líder máximo, con una crisis insostenible, y un liderazgo gelatinoso, el 2 de Diciembre reeditaron “Lo que el viento se llevó II”, ya sabéis.

El cubano debe implicarse en su realidad, en construir su libertad y su prosperidad; no hay formulas mágicas que nos saquen del agujero en que nos han metido. Solo desde el compromiso con lo que realmente somos, ciudadanos, pondremos fin a esta historia que ha durado ya demasiado porque nos han anestesiado para que no reclamemos, para que no entendamos, para que no encontremos.

Basta de ser turba, masa, números. Hay una salida de libertad y no está fuera de Cuba, sino dentro de ti, de cada uno de nosotros. Basta con mirar a tu hermano, a quienes ya están dando su libertad y la tranquilidad de sus familias para que entiendas que si hay caminos y que juntos todos lo podremos lograr, a las buenas o a las malas… y a lo bestia.

A por la marcha liberadora.
 
 

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