Carta a un hermano opositor.

Aprovecho estas lineas, rogando a Dios que al recibo de las mismas, te encuentres libre, en compañía de los tuyos y gozando de buena salud. Puede que te extrañe mi carta, aunque se no te soy desconocido; me ves cada día pedir por ti, por todos tus hermanos de causa que lo son míos como es mía también su lucha, así que aunque pueda que no esperases que te escribiese, no te soy ajeno. De ahí que espero entiendas que no necesito motivos especiales para dirigirme a ti, al fin y al cabo, estamos en la misma travesía aunque no en el mismo barco, de ahí mis motivaciones.

Entiendo seas reticente, es tu naturaleza, la mía también, ya que somos parte de un pueblo al que más de dos siglos no le han bastado para entender su historia, sus defectos y limitaciones que nos tienen en este cruce de caminos a ningún lugar; es nuestro carácter isleño que lo aderezan fuertes dosis de egocentrismo, y una inclinación heliocéntrica a la hora de encarar las relaciones con tus hermanos que nos limita la capacidad para escuchar, para comulgar, para enderezar.

Ruego te encuentres libre te decía; ya se que estas peleando por tus derechos, es honesto y decente hacerlo, pero conozco la naturaleza ponzoñosa del sistema que te desgobierna y temo por ti, de ahí mis ruegos; más que eso, temo por todos, porque en ti como en todos los que luchan por sus libertades, está la medida de la grandeza humana que os dignifica, y donde no distingo supremacías o preferencias, sería excesivo de mi parte.

En compañía de los tuyos te comentaba, o los tuyos en tu compañía. Es este un deseo especial y centro de nuestras angustias, de nuestra motivación para apoyarte; el llanto de tu esposa, el silencio de tus hijos que no son capaces de comprender porque han de encarcelar a un hombre bueno, el dolor de una madre resignada a respetarte más que a entenderte, pero por encima de todo, a acompañarte en cualquier circunstancia, que espero en términos de salud sean las mejores hoy.

Pero dejo las formalidades, paso a decirte, mejor a preguntarte. Porqué me esquivas?. Porque pasas de mis invitaciones a comulgar con tu causa que es la mía?. Porque intentas evitar que juntos encontremos el camino de liberación?. 

Ya se que probablemente si así lo hicieses, perderías el protagonismo y la pompa; entiendo también que te duela aceptar que has caminado por senderos que no te han llevado a ninguna parte más que a complacer a tu ego quizás; ves como a pesar de tu honesta y enérgica protesta, tu acción es ahogada por un sistema que te supera y al que solo vencerás si renuncias, si entiendes que darme la mano probablemente te opacaría en lo personal, pero frente a la posibilidad de una aurora que alumbrase a todos, el patriota que habita en ti se que renunciará al egoísmo que supone caminar solo.

Hoy hermano, no vale más iniciativas que demandar una amnistía para nuestros hermanos y el fin de la tiranía; no valen más proyectos que el de levantar y acompañar al pueblo cubano para enfrentar al desgobierno castrista y conseguir así, los derechos, las libertades de todos. Pero como hacerlo, si no es no estando unidos en un solo objetivo y plan para conseguirlo?

No basta con desear la libertad, hay que ganársela, cuenta conmigo.

Es la hora.





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