Acerca de lo políticamente correcto.


He de confesar que el término en cuestión no lo conocí hasta la adultez, claro vivir el diario en un régimen como el castrista donde el sátrapa y compañía se pasaban los días repitiendo aquello de “si se tiran, quedan”, donde la fanfarronería era sistémica desde sus inicios,  donde nunca respetaron a roqueros, homosexuales o el simple hecho de comer con tenedor y cuchillo, es lógico que la primera vez que escuchase el termino, fuese en los Estados Unidos, cuando refiriéndome a un señor, y sin ánimo de ofender dije: “ese negro”. Al momento, y como en susurro alguien me dijo, no debes decirle negro, eso los ofende, no es políticamente correcto.

La tolerancia, un sello de las sociedades avanzadas, estas utilizan este término porque allí se reconoce, respeta, y acepta  al otro, al que piensa diferente. Pero, y en Cuba?. El Castrismo, de ese no hace falta explicar mucho, ni respetan a los suyos, a los que consideran “masa” a la que moldear a su antojo, y a quienes pueden exigirle desde creer o no creer en Dios, o relacionarse con su familia. No es preciso con relación a quienes piensan diferente a ellos decir nada, mirad las cárceles, las estadísticas de muertos. Como pedirle o esperar que sean políticamente correctos, quienes no creen en nada ni en nadie.

Frente a estos se encuentra la disidencia, que con una influencia local  limitada, allí donde puede generar activismo, y a pesar de estar constantemente reprimida, resulta que a veces,  hace alardes del término intentando parecer lo que no es, dándose una posición institucional que no tiene a la hora de emitir documentos, proclamas o cartas. He visto disidentes escribirle a Castro y llamarle “Señor”, a grupos disidentes proclamar su solidaridad con el pueblo  Americano por esto, o aquello, y otros pedirle al Parlamento cubano, en solicitudes llenas de razones pulcramente elaboradas, derechos, como si realmente allí residiese la soberanía popular.

A los cubanos dentro, no les ha llegado todavía el tiempo de ensayar ser políticamente correctos, porque un desgobierno los oprime, los asfixia, y los reprime. Frente a este panorama, aquellos dignos que se han levantado contra el tirano, no deben perderse en intentar parecer lo que no son, o asumir posiciones que no les están reconocidas, que además, les distraen del único objetivo. Los disidentes dentro, el pueblo cubano en general, no debe ser políticamente correcto, más bien lo contrario, y olvidarse, aquellos que tienen un liderazgo, de posiciones institucionales que ni están ni se le esperan. La disidencia cubana hoy, es solo un grupo de luchadores, defensores de la libertad, de los derechos humanos frente al castrismo, y allí deben mantenerse, en una posición contestataria firme y políticamente incorrectos, sin respetar a quien no te respeta ni te reconoce. Esa debe ser la actitud frente a Castro y sus huestes, desde la unidad en el objetivo y la acción, buscando siempre sumar voluntades.

 Si ya lo cantó Álvarez Guedes: Me cago en el año viejo, y me cago en ti.

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