Efectivamente, es muerte!

Este post viene a ser la continuación o segunda parte o como quiera usted llamarle del anterior titulado "Socialismo o muerte y valga la redundancia", donde desgranando las medidas económicas que a bombo y platillo anunció el desgobierno de Díaz Canel en días pasados, -leídas en Granma-, intentaba demostrar el porqué hagan lo que hagan quienes están desde hace 61 años haciendo lo mismo, el resultado será el esperado por quienes sabemos desde siempre y como decía mi abuelo: "el comunismo es como la bicicleta si dejas de pedalear... se para". Porque así mismo es señores, Cuba está parada desde siempre y aunque en tiempos del CAME teníamos la ilusión de ir ciertos y veloces hacia un mundo mejor, lo verdadero es que nada más le sacaron la salchicha bolchevique a castro de salvada sea la parte, certificamos que el rey ni estaba vestido, ni íbamos con él a ningún sitio.

Pero igualmente con certificado y todo, -aunque bajo protesta de algunos cada vez más por suerte-, los cubanos hemos seguido sin latas de carne rusa ni pollo a la jardinera, regresando cada mes a la bodega libreta en mano, -pidiéndole a un dios minúsculo y desdibujado gracias a nuestra incapacidad para decidir siquiera qué pensar o sentir-, buscando un alivio, un regreso a los "viejos tiempos" que no volverán porque del Muro no quedan más que escombros en museos o en parques sin estatuas de Lenin o Stalin, ya que el valor del metal aún en épocas de recesión económica siempre fue mayor que el del símbolo y además, porque cualquier cubano desde que les retiraron el derecho a los niños de más de siete años a tomar leche todos los días, sabe que en la Cuba del castrocomunismo cada día van como el cangrejo.

Claro que entre las remesas familiares, los contratos en el extranjero y el cambalache interno, el cubano ya estaba adiestrado con el cambio fijado en 25 CUP x1 CUC, a una carrera diaria de supervivencia que coarta cualquier capacidad de aspirar, soñar o pensar siquiera en que eso ni es vida, y que por otra parte es él quien único puede ponerle remedio. Si además de la "libreta" tenía la "CADECA" podían aguantar hasta ver si echando agua a la calle el 31, para el año que viene...

Ah pero resulta que en el comunismo no hay planificación ni relajación. Son los inventores de aquello de "a cada cual su necesidad..." y claro mejor si los mantenemos tensos y empobrecidos porque si se acomodaran les daría por pensar y eso en una sociedad como esa es malo, muy malo.

De ahí y no solo de la bancarrota económica, las medidas en ejecución. Ahora el café o un simple pomo de mostaza son "de alta gama" y no están en CUC sino en MCL, -no me negarán que para inventarse nomenclaturas tienen el uno-, y los cubanos de libreta que son muchos, ahora serán ciudadanos de "tercera" que verán mientras intentan masticar la soja rociada con sangraza, a los ciudadanos de "primera" masticar sus filetes o sus hamburguesas y encima escuchar a al dice-presidente en la mesa redonda decirles que eso es justicia social y que tiene que defender las conquistas del socialismo, a la vez que le gritan al hijo escolarizado que no se coma el trozo de pan asignado que es para mañana la merienda del cole.

El modelo castrocomunista que descaradamente después de sesenta años de fracasos ha sido elevado a la categoría de idealidad en la constitución, está muerto. Lo estuvo desde siempre, desde que se les ocurrió "el cordón de La Habana",la "la zafra de los 10 millones" o el "plan pangola" e incluso desde antes, desde que en México castro el occiso pactó gracias a la colaboración del "asesino de Rosario" el modelo comunista para Cuba. Hoy lo doloroso es que a pesar de todo el daño a nuestro pueblo, a la flora y fauna cubana, a nuestra moneda, a nuestra imagen de país y a todo lo que Cuba pudo ser y no fue, haya un alto porcentaje de la población cubana que libreta en mano... sigue esperando. Y mientras tanto yo aquí intentando convencerles de lo que es obvio: cubanos de a pie y de abajo, el socialismo es muerte.

 

No esperen más y acabemos de una dichosa vez de apostar por la vida!