El problema de los recursos humanos.


El desgobierno castromafioso de Díaz Canel ha retirado a más de once mil médicos de Brasil. He leído la declaración del MINSAP publicada en Granma; según parece, y debido a “los principios solidarios y humanistas que durante 55 años han guiado la cooperación médica cubana…”. Pero esto no es todo, según la nota “No es aceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los colaboradores cubanos que, con el apoyo de sus familias…”, luego sigue la diatriba hasta que al final después de agradecer a todos menos a Bolsonaro,-por supuesto-, terminan diciendo “ el pueblo brasileño… podrá comprender sobre quién cae la responsabilidad de que nuestros médicos no puedan continuar prestando su aporte solidario en ese país”.
A todo esto, Bolsonaro ha respondido en un tweet de manera menos extensa que Granma, pero definitivamente más precisa y certera. Ha dicho “Condicionamos la continuidad del programa Más Médicos a la aplicación de test de capacidad, salario integral a los profesionales cubanos, hoy en gran parte destinado a la dictadura, y la libertad para traer a sus familias”.

Están los perros comunistas que echan humo; el negocio de sus recursos humanos en este caso es de más de once mil millones, y claro más allá de tener que dejar de percibir el 75% de las nominas de estos que en un año suman la friolera de poco más de 267 millones, lo que de verdad les asusta a los comunistas de La Habana es que el ejemplo de dignidad de Bolsonaro, cunda en otras partes donde con el mismo sistema esclavista, los profesionales de la salud cubana obligados por una cuestión de supervivencia, permiten que los manipulen y exploten de esta abyecta manera.

La triste realidad de mis colegas, y de muchos de mis amigos atrapados en Cuba es que son -desde que el castrocomunismo se montó este negocio-, unos esclavos al servicio no solo de un desgobierno que los explota; sino que además, les “orienta” lavar conciencias a favor de la ideología comunista para convertirlos además, en motores sociales de cambio allí donde se pueda a favor de la causa. Pero no vayan a creer que la cuestión es solamente económica; porque más allá de “contribuir” con el castrismo con el 75% de su nómina real, esta situación de los esclavos cubanos es una vergüenza que ningún país debería permitirse ya que la inmoralidad castrista va más allá, tanto como retener a las familias en concepto de rehenes o hacer firmar compromisos a estudiantes de medicina en el segundo año de sus estudios.

Hoy, la globalización permite que los países cuenten como capital sus recursos humanos. Es normal que Alemania se regocije por tener a sus ingenieros en EEUU o informáticos españoles estén entre en los más numerosos de Silicon Valley. Así mismo, tanto Médicos sin fronteras o Médicos del mundo, tienen entre sus filas a médicos de disimiles nacionalidades que son orgullo de naciones por su capacidad de aportar sus recursos humanos a medio mundo.

Pero señores de la castromafia, lo que no acabáis de entender en estas cuestiones, es que una cosa es vender niquel o una libra de café “Cubita” -recursos naturales que desde siempre habéis administrado de manera nefasta-, y otra cosa es gestionar recursos humanos. Porque si no os habéis enterado ya, tienen una pequeña particularidad: SON HUMANOS.

Y humanidad queridos amigos, significa respeto a la individualidad; humanidad significa libertad; capacidad para decidir sin presiones ni condicionamientos, cuando pretendemos una vida y un futuro mejor para uno, y para nuestros hijos. En una palabra señores, humanidad significa dignidad.

Mientras exista la dictadura castrocomunista de Díaz Canel y compañía, seguiremos imposibilitados de terminar de construir la nación donde su ley primera sea la dignidad plena de sus gentes.

¡A por ellos!



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