Negocio redondo?
Se ha anunciado un acuerdo entre Cuba y Francia que aunque nada se sabe de la letra pequeña, lo gordo sí que es noticia: Los gabachos permitirán mediante acuerdo, que en sus antiguas colonias americanas, los médicos cubanos "ejerzan el oficio" que ya se sabe, ordena y condiciona su esclavista.
Desde que Bolsonaro en Brasil plantase cara a la mafia castrista en su pretensión de continuar influyendo y condicionando en los pueblos americanos al sur de Rio Bravo con sus esclavizados médicos, el lobby a las ordenes del desgobierno castromafioso sabiendo que se malograba su plan fundamental, -porque a Maburro le quedan dos telediarios-, en eso de influir para poner y quitar gobiernos en la región, han pasado a priorizar el segundo objetivo: la exportación de sus fuerzas médicas, la pura y dura explotación de una mano de obra que acostumbrada a colectar el 75% de su salario para su captor, da gracias por ese 25% restante, -no por masoquismo sino porque no le queda más remedio-, pues significa la salida a una vida de penurias, que como dice el refrán: en el país de los ciegos...
Pero, la jugada la ha hecho solamente el castrismo y su rebaño?. No, Francia, otrora Metrópoli no abandona viejos hábitos propios de tiempos de reyes y emperadores, pues al más puro estilo de quien se sabe con el poder para deshacer, ha permitido a los médicos cubanos el tratar... a los indígenas.
Porque los cubanos no entrarán en Europa que eso, es harina de otro costal. No podrán descubrir lo miserable de su condición y desempeño profesional al amparo de los recursos de sistemas de salud primermundistas o la formación de colegas en universidades europeas que harían a más de uno, replantearse estudiar por segunda vez la carrera; sino que los deja ahí, en esas regiones remotas que tanto me recuerdan a mi batey de Pino en el municipio Santa Cruz del Sur al que casualmente clasificaron mis superiores igualmente de "remoto" enviándome a mí, uno de los últimos de mi clase.
Porque en el fondo, Francia sabe perfectamente que estos médicos, casi todos portando un carnet escarlata no son más que instrumentos al servicio del gobierno cubano. Y en cuestiones científicas, siempre será mejor tener una mente condicionada a preguntarse las cosas, pues ya para autómatas tenemos a los robots y estos de momento, no pueden ejercer la practica medica ni en Japón. Así tal y como dije al inicio, los médicos cubanos estarán eufóricos ante su salida profesional del 25%, la castromafia estará igualmente aliviada, pues si no exporta comunistas para su plan de influencia y dominación regional, al menos importará unos dólares que esos siempre vienen bien a una economía en bancarrota; y Francia...
Claro Francia habrá resuelto la atención de sus indígenas a mitad de precio, con relación a lo que le costaría un médico francés perdido por esas tierras de ultramar. Toda una oportunidad que les ha caído del cielo, gracias a la desesperación castrista. Un negocio redondo para todos, mírese por donde se mire.
Ah espera, que no. No para una Cuba con aspiraciones a libertades hoy conculcadas, donde sus profesionales y trabajadores no tengan que ser esclavos de un sistema, y puedan tener derecho a un salario digno que nadie les "administre"; que no es que lo diga yo, está en la Declaración de Philadelphia y es de 1944.
Y es que lo que es bueno para la castromafia, no puede ser bueno para Cuba Monsieur Macron.
C'est la vie!
Desde que Bolsonaro en Brasil plantase cara a la mafia castrista en su pretensión de continuar influyendo y condicionando en los pueblos americanos al sur de Rio Bravo con sus esclavizados médicos, el lobby a las ordenes del desgobierno castromafioso sabiendo que se malograba su plan fundamental, -porque a Maburro le quedan dos telediarios-, en eso de influir para poner y quitar gobiernos en la región, han pasado a priorizar el segundo objetivo: la exportación de sus fuerzas médicas, la pura y dura explotación de una mano de obra que acostumbrada a colectar el 75% de su salario para su captor, da gracias por ese 25% restante, -no por masoquismo sino porque no le queda más remedio-, pues significa la salida a una vida de penurias, que como dice el refrán: en el país de los ciegos...
Pero, la jugada la ha hecho solamente el castrismo y su rebaño?. No, Francia, otrora Metrópoli no abandona viejos hábitos propios de tiempos de reyes y emperadores, pues al más puro estilo de quien se sabe con el poder para deshacer, ha permitido a los médicos cubanos el tratar... a los indígenas.
Porque los cubanos no entrarán en Europa que eso, es harina de otro costal. No podrán descubrir lo miserable de su condición y desempeño profesional al amparo de los recursos de sistemas de salud primermundistas o la formación de colegas en universidades europeas que harían a más de uno, replantearse estudiar por segunda vez la carrera; sino que los deja ahí, en esas regiones remotas que tanto me recuerdan a mi batey de Pino en el municipio Santa Cruz del Sur al que casualmente clasificaron mis superiores igualmente de "remoto" enviándome a mí, uno de los últimos de mi clase.
Porque en el fondo, Francia sabe perfectamente que estos médicos, casi todos portando un carnet escarlata no son más que instrumentos al servicio del gobierno cubano. Y en cuestiones científicas, siempre será mejor tener una mente condicionada a preguntarse las cosas, pues ya para autómatas tenemos a los robots y estos de momento, no pueden ejercer la practica medica ni en Japón. Así tal y como dije al inicio, los médicos cubanos estarán eufóricos ante su salida profesional del 25%, la castromafia estará igualmente aliviada, pues si no exporta comunistas para su plan de influencia y dominación regional, al menos importará unos dólares que esos siempre vienen bien a una economía en bancarrota; y Francia...
Claro Francia habrá resuelto la atención de sus indígenas a mitad de precio, con relación a lo que le costaría un médico francés perdido por esas tierras de ultramar. Toda una oportunidad que les ha caído del cielo, gracias a la desesperación castrista. Un negocio redondo para todos, mírese por donde se mire.
Ah espera, que no. No para una Cuba con aspiraciones a libertades hoy conculcadas, donde sus profesionales y trabajadores no tengan que ser esclavos de un sistema, y puedan tener derecho a un salario digno que nadie les "administre"; que no es que lo diga yo, está en la Declaración de Philadelphia y es de 1944.
Y es que lo que es bueno para la castromafia, no puede ser bueno para Cuba Monsieur Macron.
C'est la vie!
Excelente, más de lo mismo. Es que la mano del castrismo está en todas partes cómo lobo hambriento buscando la oportunidad para ofrecer la sangre de la gente de Cuba ya de por sí desangrada. Muchos años sin poder denunciar con pelos y señales los planes del totalitarismo y que los que vivimos en libertad tenemos el deber cívico y moral de poner al descubierto, saludos.
ResponderEliminarAsí mismo amigo, parásitos que buscan siempre sangre fresca. Vamos a por la cura.
ResponderEliminarPor favor, vamos por la cura!!!
ResponderEliminarMuy esclarecedor escrito. Pienso además que Macron aspira de esta forma a recuperar algo de la deuda cubana con ellos. Si no creo q sea suficiente para mantener a flote al castrismo. elhabanerolibre.com
ResponderEliminarMuy esclarecedor escrito. Pienso además que Macron aspira de esta forma a recuperar algo de la deuda cubana con ellos. Si no creo q sea suficiente para mantener a flote al castrismo. elhabanerolibre.com
ResponderEliminarAlina y Juan, gracias. Solo repetirles puedo: A por la cura!
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