La guinda del pastel.
Han marchado en La Habana. Las RRSS
están echando humo y gente que normalmente opina sobre cocodrilos
llorones y gatitos melosos haciendo arrumacos, ha tenido un momento
para publicar o compartir el asunto. No ha sido una marcha cualquiera
no; los que acostumbramos a estar al tanto de estas cosas sabemos que
en Cuba hay solo dos marchas dignas, la blanca de los domingos y la
negra, aunque esta última es casi siempre silenciosa en la parte de
atrás de un coche policía.
El revuelo es que ha habido colorines,
y plumas, muchas plumas (sin ánimo de ofender) pues era una protesta
del LGTB por sus derechos a vivir su sexualidad sin represiones ni
condicionamientos, amén de otras peticiones en torno a la legitimidad
de una vida en pareja monogámica.
Y la fiesta fiesta pluma pluma
gay ha acabado como la fiesta del guatao. Han sido reprimidos
como cualquier manifestante que se atreva en el país desgobernado
por la castromafia comunista a hacer algo diferente o “des-regulado”.
Yo aunque confieso que no estoy alineado con este movimiento, habría
dado hasta un testículo por haber estado; pues como siempre digo,
para protestar frente al castrismo cualquier plataforma sirve.
Así pues como se dice en matemáticas, LQQD
es lo siguiente: en Cuba en términos de libre elección, no es que
puedas elegir con el cerebro o con el corazón, es que ni siquiera lo puedes hacer
con el culo.
Va siendo hora que los cubanos
entiendan que cuando escuchen los clarines tocar, has de salir a la
calle te guste más o te guste menos la música, pues frente al
castrismo lo importante serán los decibelios que alcance la orquesta
aunque esta toque de puta pena. Porque la opción actual de las
tímidas ejecuciones fácilmente controlables por parte de la tiranía
no será antídoto hasta la confluencia de todas en una gran orquesta
sinfónica que los haga salir corriendo, y para esto se necesita a
todos los ejecutantes con independencia de orientación política,
filiación opositora o identidad sexual.
Los hechos probados son que la
dictadura castrocomunista hoy representada en el dice-presidente Díaz
Canel tiene a su haber ajusticiamiento selectivo de opositores,
represión de hombres y mujeres opositores, asesinato de niños y
ahora lo que faltaba, ha maltratado a los homosexuales que solo
quieren... lo que sea que quieran, pues son personas humanas a las que
les asiste una dignidad como a cualquiera.
Ante esto, debemos convenir que en Cuba
existe un solo grupo al que la dictadura reprime y exprime, un solo
grupo que debería después de seis décadas de abusos y una vida de
pesadilla salir a la calle a protestar a demandar el fin del
desgobierno que los asiste hermanados a una sola voz y una sola
petición en nombre de la dignidad humana. Y ese grupo queridos
lectores tiene un nombre, se llama: Cubanos.
Ánimo!
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