Poluleando, para no caer en la trampa.
Aclaración previa: Populeando, arte de torear a una tendencia conocida como populismo.
"Un fantasma recorre Europa..". Así decían a nuestros abuelos a finales de la primera mitad del siglo XX sobre el pertinaz intento del comunismo en su pretensión de colarse del "otro lado de la cortina de hierro"para destruir crucifijos, violar monjas y hacer de los niños "carne enlatada Made in URRS". Aún cuando la propaganda exageraba un poco, hacían bien sus promotores: el experimento ya entonces tenía millones de muertes en su haber.
El mecanismo sociológico de motivar masas era ya conocido desde la antigüedad sin que entonces lo definiesen como tal o se estudiase en universidades. Ahí están algunos que de tan efectivos que fueron, han llegado hasta nuestros días; Faraones, Césares, incluso hasta un bárbaro como Gengis Khan sabía como administrar el asunto para mantener a sus huestes furibundas.
Hoy lo reconocido como populismo, es un fantasma que sobrevuela más allá de las fronteras europeas, toda forma organizada de democracia; donde pretende, colándose en los sistemas, hacernos retroceder por puro interés de parte a tiempos pretéritos donde las masas eran mucho mas amoldables. Políticos, grupos mediáticos o financieros, hasta los conservacionistas del mamey colorao, estimulan esta manera de condicionamiento social visceral que es muy fácil utilizar convenientemente.
Si Trump y su Muro fetiche o Sánchez con su ataúd salvador, aúpan al respetable es porque saben que funciona. Este problema en EEUU o España es relativamente fácil de controlar, sabiendo que las democracias tienen sus mecanismo de autocorrección. Aun así la linea entre populismo e indecencia es fina y habrá que estar al loro.
Otra cosa son las tiranías donde esta manera de gobernar es consustancial al sistema. Si no, que se lo digan a Díaz Canel. De ahí mi motivación a este comentario de hoy.
El problema del populismo en un país ruinoso como el que ha construido en Cuba la castromafia comunista, es que si les da por descubrir el lado bueno del populismo negativo, estaremos condenados. Lo digo a cuenta de ver cubanos en RRSS crear tendencias intentando buscarle salida al despropósito. Así, van de ola en ola. Que sí el pasaporte; que sí los médicos secuestrados; que sí los precios de Internet... así, de campaña en campaña, alientan lo que nunca deberían alentar: la "eternización" del castrocomunismo.
Y es que frente a sus demandas, Díaz Canel tendrá siempre argumentario que utilizará para el "perfeccionamiento del sistema", desde la atención a los problemas planteados por "el pueblo" aunque ni reconozca a esta parte del mismo, ni a sus demandas pero que aun así, le dan de primera mano como no pueden hacerlo las ovejas, el conocimiento de cosas que incomodan a su grey. Así, los castristas adaptaran su discurso diciendo algo como: tras un profundo debate en el seno del partido y el gobierno hemos constatado problemas que afectan a nuestra ciudadanía, bla, bla bla. Al final, sin decirlo irán corrigiendo aquí, apretando allá con un solo propósito: mantener el sistema tiránico instalado desde 1959.
Hacen mal quienes probablemente por falta de norte, buscan dañar al castrismo involucrándose en campañas de redes demandando aspectos secundarios del problema cubano o abordan el asunto, desde una parcialidad que nace de entender mal o desconocer qué es lo que realmente necesita Cuba. Si bien todo el descrédito es bienvenido, cuando se trata del castrismo, no olvidemos que el problema no son los precios de Internet o que se salven dos médicos cubanos que aceptaron su misión esclavizante. Si vamos a pedir, hagámoslo en grande pues el único precio a demandar es el precio de la libertad y si vamos a pedir la liberación, mejor que sea la de todo un pueblo.
Y guambán.
Última aclaración: Populismo negativo: cuando los que desgobiernan, se apoyan en la información demandada por sus adversarios para estar a la última.
"Un fantasma recorre Europa..". Así decían a nuestros abuelos a finales de la primera mitad del siglo XX sobre el pertinaz intento del comunismo en su pretensión de colarse del "otro lado de la cortina de hierro"para destruir crucifijos, violar monjas y hacer de los niños "carne enlatada Made in URRS". Aún cuando la propaganda exageraba un poco, hacían bien sus promotores: el experimento ya entonces tenía millones de muertes en su haber.
El mecanismo sociológico de motivar masas era ya conocido desde la antigüedad sin que entonces lo definiesen como tal o se estudiase en universidades. Ahí están algunos que de tan efectivos que fueron, han llegado hasta nuestros días; Faraones, Césares, incluso hasta un bárbaro como Gengis Khan sabía como administrar el asunto para mantener a sus huestes furibundas.
Hoy lo reconocido como populismo, es un fantasma que sobrevuela más allá de las fronteras europeas, toda forma organizada de democracia; donde pretende, colándose en los sistemas, hacernos retroceder por puro interés de parte a tiempos pretéritos donde las masas eran mucho mas amoldables. Políticos, grupos mediáticos o financieros, hasta los conservacionistas del mamey colorao, estimulan esta manera de condicionamiento social visceral que es muy fácil utilizar convenientemente.
Si Trump y su Muro fetiche o Sánchez con su ataúd salvador, aúpan al respetable es porque saben que funciona. Este problema en EEUU o España es relativamente fácil de controlar, sabiendo que las democracias tienen sus mecanismo de autocorrección. Aun así la linea entre populismo e indecencia es fina y habrá que estar al loro.
Otra cosa son las tiranías donde esta manera de gobernar es consustancial al sistema. Si no, que se lo digan a Díaz Canel. De ahí mi motivación a este comentario de hoy.
El problema del populismo en un país ruinoso como el que ha construido en Cuba la castromafia comunista, es que si les da por descubrir el lado bueno del populismo negativo, estaremos condenados. Lo digo a cuenta de ver cubanos en RRSS crear tendencias intentando buscarle salida al despropósito. Así, van de ola en ola. Que sí el pasaporte; que sí los médicos secuestrados; que sí los precios de Internet... así, de campaña en campaña, alientan lo que nunca deberían alentar: la "eternización" del castrocomunismo.
Y es que frente a sus demandas, Díaz Canel tendrá siempre argumentario que utilizará para el "perfeccionamiento del sistema", desde la atención a los problemas planteados por "el pueblo" aunque ni reconozca a esta parte del mismo, ni a sus demandas pero que aun así, le dan de primera mano como no pueden hacerlo las ovejas, el conocimiento de cosas que incomodan a su grey. Así, los castristas adaptaran su discurso diciendo algo como: tras un profundo debate en el seno del partido y el gobierno hemos constatado problemas que afectan a nuestra ciudadanía, bla, bla bla. Al final, sin decirlo irán corrigiendo aquí, apretando allá con un solo propósito: mantener el sistema tiránico instalado desde 1959.
Hacen mal quienes probablemente por falta de norte, buscan dañar al castrismo involucrándose en campañas de redes demandando aspectos secundarios del problema cubano o abordan el asunto, desde una parcialidad que nace de entender mal o desconocer qué es lo que realmente necesita Cuba. Si bien todo el descrédito es bienvenido, cuando se trata del castrismo, no olvidemos que el problema no son los precios de Internet o que se salven dos médicos cubanos que aceptaron su misión esclavizante. Si vamos a pedir, hagámoslo en grande pues el único precio a demandar es el precio de la libertad y si vamos a pedir la liberación, mejor que sea la de todo un pueblo.
Y guambán.
Última aclaración: Populismo negativo: cuando los que desgobiernan, se apoyan en la información demandada por sus adversarios para estar a la última.
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