Cumpleaños feliz!

Los niños son la esperanza del mundo decía el Maestro. Y más que eso, -sin buscar la corrección sino aportar un punto de vista diferente-, diría que son el regalo al mundo pues su inocencia nos enternece o al menos a mí que entre tanto desaprensivo suelto, se agradece de vez en cuando ver el asombro en sus caras cuando les haces la torpe actuación de la moneda en la oreja… o cuando les regalas un globo.

Invento de mercaderes avispados que han encontrado en algo tan simple, una fuente de alegría vacua. Y no lo digo por la sonrisa del niño sino porque realmente dentro de esa bola o especie de salchicha según sea el caso, lo que hay es… nada. Por eso es frecuente ver sus caras de decepción y sus pucheros cuando sin querer al reventarlo descubren la oquedad de su tenencia.

Algo parecido pasa en el asunto de grupos, individuos y mediopensionistas llamados opositores al castrismo afincados fuera de Cuba. Si bien es verdad que siempre la regla tiene sus excepciones, la regla es… el inflado de globos.

No crea usted amigo lector que hablo a la ligera o que mientras estoy aquí vaciándome solo con el ánimo martiano en el ejercicio de la crítica, no me duele afirmar estas cosas, pero algo superior me impulsa y es las ganas de verlos salir del agujero en el que están como niños con globos, solo que estos los han soplado ellos mismos.

Cada día surge un iluminado con la formula de la Coca Cola. Aun cuando sabemos que esta la invento Pemberton hace ratón y queso. Que si una república aquí, que si una constitución allá, que si un paro por acullá o una invasión con pellets desde el más allá. Y así, todos decidiendo y todos realizando su país de maravillas van pasando el rato, mientras el cubano de a pie en Cuba no se entera o no quiere enterarse, agobiado entre la pesadilla castrista y los globos de la oposición.

Cuántos años serán necesarios? El dolor de Cuba alimenta a muchos a ambos lados del Estrecho desde hace muchos más años que los que permite la decencia. El castrismo vive en gran medida de la “gusanera de Miami” donde a su vez muchos en una relación mutual, esperan que no se les joda el chiringuito. Un hato de mulas, artistas, grupos opositores, organizaciones, lobistas, comunistas, empresas y gobiernos todos desde hace mucho, con un tinglado montado que nadie quiere se mueva demasiado.

Hay uno que si no le hace gracia la historia. Liborio se quedó en 1940 vestido y sin bailar después que entre unos primeros y otros después mas los que llegaron y aun perduran, les fastidiaron el sueño de una patria de dignidad plena.

Yo para terminar con esto propongo a todos esos propietarios de globos buscarse un lugar apacible como puede ser el lago Okeechobee y dentro de una red, agrupar todos los globos posibles hasta que aguanten y plantando bandera, creen la republica cubana en el exilio. Ahí por fin elijan el dichoso presidente, constitúyanse y de paso, repártanse todo lo que han puesto para la nueva patria… ah no se me había pasado, que es aire.

No coño, no me hagan pucheros.