Esperando una clarividencia.
Hay un tipo, -espero haberlo
clasificado correctamente-, que se nombra Gabriel Escarrer. Para
muchos es uno más, para Cuba no, hoy este señor es el representante
de Meliá, la cadena mallorquina que desde hace más de veinte años
es abanderada en la cooperación necesaria con el desgobierno
castrista en eso de esclavizar a cubanos.
Ha afirmado este clarividente que “el
futuro de Cuba está unido al de Meliá”. Esto lo alega al afirmar
que no espera que la nueva reactivación de la Helms Burton sea un
problema para el desarrollo de sus intereses en Cuba. Antes de
continuar me gustaría un par de precisiones con relación a las
afirmaciones y pronósticos del iluminado mallorquín.
No hablo de esta raza con ligereza,
despues de más de una década conviviendo y compartiendo con ellos
hasta lazos familiares, es para mí doloroso tener que señalarlos,
máxime cuando mucho he aprendido de ellos; aunque eso sí debo
afirmar: si algo me he negado a aceptar, es que “la pela sea la
pela”, una expresión que viene a certificar que por unas
pesetas...
Este miembro que adolece del talante y
la decencia que tambien abunda por aquí en un alarde de
confraternidad indecente ha ligado los destinos de Meliá a Cuba.
Válgame Dios de que ni por un segundo esto vaya alguien a repetirlo,
pues si una mentira repetida hace daño, la estupidez daña aún más.
Imagino que lo que quiso decir, -cosa
no solo que espero sino que deseo-, es que los destinos del
castrocomunismo estén unidos a Meliá. Así, al ser parte de quienes
soñamos y nos esforzamos, por ver un día desaparecer al oprobioso
desgobierno de Díaz Canel y a los castro-espines que le manejan tras
bambalinas por la letrina de la historia, espero que junto con ellos
en la primera de las descargas de toda la mierda que los ha
acompañado vayan también Meliá y compañía por haber favorecido
con su lealtad a la indecencia, y que la historia los sitúe y
clasifique como lo que realmente han sido en Cuba: negreros del siglo
XXI.
Podrán decir o hacer lo que quieran,
ahí está nuestra acusación pendiente sin que ni siquiera habiendo
tocado todas las puertas, los medios españoles se hayan hecho eco de
nuestra demanda por el Trabajo Indecente que os dejo adjuntado. No
importa, la luz saldrá aunque la pongan debajo de la cama y
descubriremos esta colaboración abyecta a fin de asegurarnos que
efectivamente, el día que Cuba sea verdaderamente libre, los
destinos de Meliá y de tantos como ellos hayan estado ligados a
Cuba, pero no a la nueva, sino a la podrida, a la castrista para que
aunque sea tarde, comprendan de una vez que la indecencia tiene un
límite.
Y guambán.
https://drive.google.com/file/d/1rPoC-H0uYbQI9pe25eYmtwWwkApgUS1n/view?fbclid=IwAR2ivCtf79lWBN6bHQYgoxY7sQUYsRA7bnOHpWrD7cFumhjmAt9TwY09b_A
Rápido y al caso, sin cortapisas.
ResponderEliminarSe puede decir mas alto, pero no mas claro. La indecencia de una dictadura y de sus complices necesarios, no sera eterna.
ResponderEliminarSe puede decir mas alto, pero no mas claro. La indecencia de una dictadura y de sus complices necesarios, no sera eterna.
ResponderEliminarCreo firmemente en que más temprano que tarde el oprobioso desgobierno castrista no será, más que una historia mala a tener en cuenta sobre lo que nunca debemos hacer como pueblos cuando escuchemos cantos de sirenas. La desidia no la perdona Dios si la auspician los pueblos.
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