De unas definiciones básicas y expectativas comedidas.
En el mundo hay de todo. Gente buena y otras no tanto. Luego
están las malas y después, las peores. Así, según vayamos codeándonos con un
lado o el otro, iremos recibiendo lecciones y satisfacciones o reproches y
patadas en el trasero. Luego hay cosas de todo tipo, unas que son buenas y se
pueden hacer, otras malas que mejor no hacerlas y luego otras que solo se le
ocurren a locos o desalmados. Luego en un punto intermedio están las que solo
se pueden hacer si nadie las protesta.
Y en esas últimas hemos intentado hurgar con el dedo los
miembros de la Mesa de Unidad Cubana, una asociación con sede en España que se
ha propuesto demostrar y desmontar algo mal hecho desde el comienzo. Que aunque
llevamos aquí mas de veinte años de relaciones comerciales con el desgobierno
de la castromafia de La Habana, lo que está mal, está mal.
Hemos presentado una denuncia ante la Fiscalía contra las
empresas españolas y europeas por someter a los trabajadores cubanos a un sistema
de semi-esclavitud. Algunos dirán que no, que esto es cosa del castrismo
solamente; pero resulta que en la vida para hacer este tipo de cosas se
necesitan mínimamente dos, el hijoputa que se le ocurre el asunto, y el
aprovechado que coopera necesariamente para que aquello pueda llevarse a cabo.
Otros han dicho que esto no procede por ser un asunto jurisdiccional.
Y yo me pregunto: ¿Entonces si una tiranía adapta sus leyes para explotar,
reprimir y perpetuarse, nadie va a hacer nada? Es como si la represión en Cuba
no pudiéramos denunciarla porque los reprimidos están violando las leyes castristas
que justifican esa represión. Manda huevos.
Así las cosas hemos llegado hasta el Congreso. La sede de “la
soberanía popular” le llaman y es verdad, solo que en este caso como a veces
pasa, la soberanía popular la han empañado desde otras instancias del Poder por
pura codicia, de ahí que le hayamos pedido a la Cámara Baja que “se vire para
primera”.
¿Qué va a pasar? Ojalá la respuesta fuese simple. Resulta
que vivimos en un mundo un tanto extraño y predecir algo, - más allá de que la
MUC agotará todas las vías posibles para demostrar que el trabajador cubano en
la empresa extranjera es un esclavo al servicio de intereses mezquinos de ambas
partes-, es harto complicado. Tengamos en cuenta que estamos regidos por un
sistema de justicia precocida, donde un asesino puede salir absuelto por un
error de procedimiento o un “indepe” jurar la Constitución y su cargo por “imperativo
legal” mientras pone en una dependencia del Estado al Cabeza del Estado bocabajo.
Aun así soy optimista y sé que en España en particular como
en Europa en general hay mucha gente buena, solo espero que sean esas a las que
encontremos en este camino porque si no, habrá que joderse.
buenísimo post.. q t solidariza con la situación en la isla ..lo hago mío . gracias
ResponderEliminarEs de todos...los que quieren recuperar la decencia y la coherencia histórica de España para con Cuba, la real no la de Díaz Canel y su castromafia.
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