Felicidades!
Por estas fechas navideñas todos los
hombres de buena voluntad están de celebración, son tiempos de
compras, juguetes, sonrisas de niños y reencuentros de amigos y
familiares que en estos días sienten el llamado a estar con los
suyos, a estar en el calor de la familia....
Por desgracia esto es solo una
historia, que aunque cierta en algunas partes del mundo, en otras los
días se suceden con realidades plenas de dolor, sufrimiento y muerte,
haciendo que millones de seres humanos ignoren que algunos otros, por
estos días estamos de celebración; por cierto y por si alguien ha
olvidado el motivo, lo estamos porque en Belén de Judá hace un par
de milenios aproximadamente nacería el que ha sido nombrado, y así
lo reconoce el autor de estas lineas, El Salvador.
Pero aunque algunos no olvidemos el
dolor de medio mundo, tampoco podemos renunciar a nuestra naturaleza
que busca la felicidad a pesar de todo. De ahí que antes de seguir, y
con independencia de lo que pueda seguir fluyendo en estas lineas, me
gustaría desearos una feliz Navidad. Sí, esa que empieza con letra
mayúscula.
Y junto a ello, una plegaria no a Dios,
que sí; sino a mis paisanos, compatriotas, exiliados,
medio-pensionistas, y en general, a todo ente que se reconozca cubano
por nacimiento o por adopción: Que los deseos de libertades y
derechos individuales en Cuba dejen de serlo,y pase a ser la realidad
cotidiana de sus gentes, gracias a que hayamos conseguido todos
juntos, los de aquí y allá unidos en una sola causa,
el romper de cadenas y el destierro del oprobio en que nos tiene
sumidos hace seis decenios, la vergüenza castrocomunista que hoy aún
nos asiste.
Amén!
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