Desremilgarse o despeñarse: Esa es la cuestión.
Basta! Después de todos estos años y de todo el esfuerzo por hacer comprender lo que es obvio, después de esperar el fruto a la invitación, a la comunión sin más solo por Cuba, rehuyendo la pompa y trabajando honesta y calladamente por conseguirlo, la paciencia que no me dieron los astros y que he aceptado solo por razones de fuerza mayor se ha agotado.
Y aun así, aquí sigo intentándolo. Solo que viendo como el totalitarismo, el histrionismo y la gritería es lo único que entienden mis paisanos, aparto al cubano que he desbastado a golpes de un exilio inclemente hasta convertirlo en el ser más "refinado" que hoy soy solo por pura supervivencia del cuerpo,- tengo que alimentar una familia-, y del alma,-quiero pensar que es posible la salvación de los cubanos-, para dar paso al cubano de mi barrio de la Zambrana y decir sin remilgos lo que llevo intentando comprendan, porque hoy con el castrocomunismo tambaleándose entre Trump, el COVID y una bancarrota sexagenaria, puede vencerse. Y no puedo seguir esperando convencer desde unas formas y un lenguaje que parecen olvidados por quienes a pesar de ser fervientes anticastristas, no han podido o no han sabido sacarse el castrismo de dentro, así que escuchen con atención.
Cuba señores opositores, -hablo a los líderes-, no tiene un problema político, es básicamente un problema cívico. Un país carente de ciudadanos responsables que han sido canjeados por una "población" que ha entregado sus destinos a unos pocos para que los desgobiernen, no puede salvarse desde propuestas políticas, constituciones y cosas de esas que llevaís "vendiéndoles" desde hace décadas a quienes no os escuchan, porque sencillamente han sido entrenados para obedecer y mentir, gracias a una deshumanización que los ha corrompido y anulado en su humanidad. Hermanos míos, lo que estamos necesitando es un revulsibo, una especie de purgante gigante que administrado masivamente nos haga cagar toda la mierda totalitaria que ni aún saliendo a sociedades desarrolladas somos capaces de sacarnos de encima. Solo hay que ver a muchos cubanos fuera promocionando la chivatería, vendiendo presidencias y fórmulas salvíficas patentadas para la libertad de Cuba, que más que libertadores les hacen parecer prestidigitadores de otros tiempos. Deben ustedes coincidir conmigo al menos, en que el pensamiento aunque vaya de revés sigue siendo totalitario y eso, es herencia castrocomunista, algo realmente contradictorio como mucho de lo nuestro.
Basta! Dejen ya la estúpida actitud de creerse políticos, líderes salvadores y bájense de la nube porque si no liberamos a Cuba entre todos, mientras ustedes probablemente seguirán recibiendo unos pocos dineros y la atención de unos pocos que irá saciando vuestra egolatría trasnochada, los cubanos seguirán condenados y condenando a las generaciones siguientes por los siglos de los siglos entre vuestras felicitaciones a presidentes electos de terceros países y condolencias a gobiernos en nombre de una Cuba que no existe. Manda huevos! Es tiempo de aprovechar los vientos y si tanto les apetece la política y ya se ven ya sentados en la silla del poder, ya sea en el Palacio Presidencial o en una alcaldía, lo que les aconsejo es que arrimen el hombro, que busquen un espacio común con urgencia donde podamos cooperar de verdad con Cuba, y que significa llegar "a una" al cubano que hoy desesperado y predispuesto a buscar un cambio, es incapaz de ver la salida porque está esperando un mensaje totalitario a la inversa que es la única manera que conoce para ponerse en marcha y que hoy, vuestra altisonante algarabía ni la eschucha, ni les convence.
Probablemente se me haya ido la mano un poco. Está en mi naturaleza ir a la raíz de las cosas y no entretenerme con las ramas. No me malinterpreten, los quiero bien, a todos. Sé que en el fondo sois buenos cubanos y sobre todo eso: cubanos. Decía Martí que criticar, era "señalar con noble intento el lunar y desvanecer con mano piadosa la mancha qoe oscurece la obra bella" y créanme, soy martiano. Así que no vean en estas palabras algo peyorativo, sino la urgencia de un tiempo que puede ser que no lo tengamos en mucho tiempo, ni por mucho tiempo.
Siempre hay momento para la enmienda, es lo que hace al hombre grande: levantarse de los tropiezos y aprender de los errores. El viento es favorable y las velas están desplegadas, solo se trata de reconducir el barco y les aseguro que arribaremos a esa libertad tan deseada y tan malversada.
Es eso o despeñarnos sin más opción, junto al comunismo esclavizante que nos asiste.
Ánimo, la invitación aquí os queda.
Y aun así, aquí sigo intentándolo. Solo que viendo como el totalitarismo, el histrionismo y la gritería es lo único que entienden mis paisanos, aparto al cubano que he desbastado a golpes de un exilio inclemente hasta convertirlo en el ser más "refinado" que hoy soy solo por pura supervivencia del cuerpo,- tengo que alimentar una familia-, y del alma,-quiero pensar que es posible la salvación de los cubanos-, para dar paso al cubano de mi barrio de la Zambrana y decir sin remilgos lo que llevo intentando comprendan, porque hoy con el castrocomunismo tambaleándose entre Trump, el COVID y una bancarrota sexagenaria, puede vencerse. Y no puedo seguir esperando convencer desde unas formas y un lenguaje que parecen olvidados por quienes a pesar de ser fervientes anticastristas, no han podido o no han sabido sacarse el castrismo de dentro, así que escuchen con atención.
Cuba señores opositores, -hablo a los líderes-, no tiene un problema político, es básicamente un problema cívico. Un país carente de ciudadanos responsables que han sido canjeados por una "población" que ha entregado sus destinos a unos pocos para que los desgobiernen, no puede salvarse desde propuestas políticas, constituciones y cosas de esas que llevaís "vendiéndoles" desde hace décadas a quienes no os escuchan, porque sencillamente han sido entrenados para obedecer y mentir, gracias a una deshumanización que los ha corrompido y anulado en su humanidad. Hermanos míos, lo que estamos necesitando es un revulsibo, una especie de purgante gigante que administrado masivamente nos haga cagar toda la mierda totalitaria que ni aún saliendo a sociedades desarrolladas somos capaces de sacarnos de encima. Solo hay que ver a muchos cubanos fuera promocionando la chivatería, vendiendo presidencias y fórmulas salvíficas patentadas para la libertad de Cuba, que más que libertadores les hacen parecer prestidigitadores de otros tiempos. Deben ustedes coincidir conmigo al menos, en que el pensamiento aunque vaya de revés sigue siendo totalitario y eso, es herencia castrocomunista, algo realmente contradictorio como mucho de lo nuestro.
Basta! Dejen ya la estúpida actitud de creerse políticos, líderes salvadores y bájense de la nube porque si no liberamos a Cuba entre todos, mientras ustedes probablemente seguirán recibiendo unos pocos dineros y la atención de unos pocos que irá saciando vuestra egolatría trasnochada, los cubanos seguirán condenados y condenando a las generaciones siguientes por los siglos de los siglos entre vuestras felicitaciones a presidentes electos de terceros países y condolencias a gobiernos en nombre de una Cuba que no existe. Manda huevos! Es tiempo de aprovechar los vientos y si tanto les apetece la política y ya se ven ya sentados en la silla del poder, ya sea en el Palacio Presidencial o en una alcaldía, lo que les aconsejo es que arrimen el hombro, que busquen un espacio común con urgencia donde podamos cooperar de verdad con Cuba, y que significa llegar "a una" al cubano que hoy desesperado y predispuesto a buscar un cambio, es incapaz de ver la salida porque está esperando un mensaje totalitario a la inversa que es la única manera que conoce para ponerse en marcha y que hoy, vuestra altisonante algarabía ni la eschucha, ni les convence.
Probablemente se me haya ido la mano un poco. Está en mi naturaleza ir a la raíz de las cosas y no entretenerme con las ramas. No me malinterpreten, los quiero bien, a todos. Sé que en el fondo sois buenos cubanos y sobre todo eso: cubanos. Decía Martí que criticar, era "señalar con noble intento el lunar y desvanecer con mano piadosa la mancha qoe oscurece la obra bella" y créanme, soy martiano. Así que no vean en estas palabras algo peyorativo, sino la urgencia de un tiempo que puede ser que no lo tengamos en mucho tiempo, ni por mucho tiempo.
Siempre hay momento para la enmienda, es lo que hace al hombre grande: levantarse de los tropiezos y aprender de los errores. El viento es favorable y las velas están desplegadas, solo se trata de reconducir el barco y les aseguro que arribaremos a esa libertad tan deseada y tan malversada.
Es eso o despeñarnos sin más opción, junto al comunismo esclavizante que nos asiste.
Ánimo, la invitación aquí os queda.
Errata, sorry.
ResponderEliminarNo andas lejos de la verdad estimado amigo Pimental, y lo digo porque tus pasos son firmes y seguros en en la senda que todos andamos pero que desgraciadamente muchos se entretienen contempla do "la belleza" de otros paosajes y otras veredas que los llevan a otros caminos, caminos que lamentablemente no conducen al Roma que todos vamos.
Busquemos la luz o seguiremos indefinidamente en tinieblas como hasta hoy. Ánimo!
ResponderEliminar¿Cuando llegará esa luz que tanto necesita nuestro pueblo ?... está tan cerca de cada uno de los cubanos que la sentimos, la podemos tocar y hasta alumbrarnos.
ResponderEliminar¿ Cómo extender esa Aurora a los esclavos en la Isla ? No pueden seguir viviendo de las migajas, mientras las botas de la tiranía los aplasta.
Lo que lamento es la pobre altura de la oposición que no llega a los umbrales de las casas, de las familias y el precipicio los espera.
Abrazossss Pimentel. Excelente como acostumbras.